Ante la crisis educativa mundial y mal uso de recursos ecponómicos en sistemas educativos de América Latina, en general, el Informe de Seguimiento de la EPT en el Mundo, de la UNESCO, señaló que en el fomento de la educación ambiental, toda la región está reprobada en este rubro esencial de la preparación de futuras generaciones.
Esto se sustenta en las Metas de Dakar, adoptadas en el 2000, donde México cumplió antes del plazo las metas de cobertura universal en educación primaria y secundaria. Además, la tasa de alfabetización entre jóvenes de 15 a 24 años es próxima al 100% y existe igualdad de género entre adultos alfabetizados y estudiantes de primaria. Sin embargo, los aspectos en los cuales se reprobó a México es la falta de alfabetización de adultos, nulo fomento a la educación ambiental y mala atención educativa a estudiantes migrantes.
En entrevista con Mi Ambiente, Luis Manuel Guerra, connotado ambientalista, comentó que si bien Latinoamérica está reprobada en educación ambiental en el informe de UNESCO, ello se debe a que “México no ha tenido la atingencia de impulsar la educación ambiental en el sistema nacional y se le ve como materia separada”.
Otro ejemplo de este craso error es el acuerdo que la Secretaría de Educación Pública (SEP) y la de Medio Ambiente (Semarnat) signaron en 2007 para impulsar la educación ambiental y que nunca se aplicó, lo cual se refleja en el hecho de que los profesores tienen conocimientos nulos en el tema y, por ende, no los aplican en las aulas.
Reconoció que ello es un grave daño que repercutirá en el desarrollo de la niñez, ya que no tendrán la preparación adecuada para enfrentar un futuro con presencia del Cambio Climático, pobreza extrema y otros males, pero, añadió, gracias a avances tecnológicos, como Internet, los infantes de hoy acceden a conocimientos de preservación ambiental que se brindan por la red digital y que no encuentran en sus aulas.
El informe de la UNESCO señala que la educación debe ser una parte de la solución de los problemas ambientales mundiales y su adecuada implementación ayuda a prevenir la degradación ambiental y limita las causas y efectos del Cambio Climático.
Gracias a la posibilidad de mejorar los conocimientos, inculcar valores, fomentar convicciones y modificar comportamientos, la educación tiene un poder considerable para cambiar los modos de vida y comportamientos nocivos para el Medio Ambiente.
El documento enfatiza que no basta sólo con dar acceso universal a la educación -único rubro en que se destaca México-, ya que tener un nivel de educación más alto, no se traduce de forma automática en un comportamiento más responsable hacia el Medio Ambiente, sino que deben darse las herramientas educativa-ambiental adecuadas para adoptar en la conciencia del estudiante de la importancia de la conservación.
Los acuerdos de la SEP y Semarnat se basan en trabajos de un grupo de transversalidad coordinado por el CECADESU, conformado por representantes de las áreas educativas de la CONAFOR, FIDE, CFE, IMTA, CONABIO, CONANP, CONAGUA y PROFECO, que colaboran en el Sistema Educativo Nacional.
Estos trabajos tienen, como eje central, que el Medio Ambiente sea objeto de estudio durante el proceso educativo. La Semarnat, encargada de los aspectos ambientales de México, informó que en el pasado periodo 2006-2012 se colaboró en documentos normativos, libros de texto gratuito, materiales de estudio y formación de docentes.
Además de su participación en cursos de capacitación en el país y el lanzamiento de la iniciativa Escuela Verde, el Premio Nacional a la Educación Ambiental “Amanda Rimoch” y el certamen “Maestro Ambientalista”.
Sin embargo, hoy eso es insuficiente. El propio Nicholas Stern, autor del Informe Stern sobre la economía del Cambio Climático, detalla que “educar sobre el Cambio Climático a los ya escolarizados ayudará a configurar y mantener la elaboración de políticas en el futuro, y un amplio debate público e internacional constituirá un apoyo para quienes las formulan hoy y adoptan medidas decididas al respecto”.
Al respecto, en exclusiva con Mi Ambiente, Julia Marton-Lefèvre, directora general de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), comentó que la educación ambiental en Latinoamérica ha sido dejada de lado y no se cumplirá el acuerdo de Dakar. Explicó que este tipo de enfoque educativo no puede ser olvidado, sino que es central en el bienestar humano. “Debemos cambiar los parámetros actuales de la educación tradicional que no es parte de la sustentabilidad”, dijo. Reconoció la labor ambiental de México, pero hay pendientes que no pueden dejarse de hacer; se va por buen camino”.
IP, A FAVOR DE MAYOR EDUCACIÓN AMBIENTAL
En entrevista con Mi Ambiente, Vivian Alegría, directora de la Fundación Coca-Cola México, comentó que “la educación ambiental marcará la pauta para las generaciones del mañana y el que desarrollen hoy la conciencia para cuidar nuestro Medio Ambiente creará un nuevo modelo de mexicanos comprometidos con la sustentabilidad que impulsarán el crecimiento armónico del país”.
Explicó que esta empresa cree firmemente en apoyar las iniciativas que tengan como objetivo promover la conciencia e importancia de la sustentabilidad en la escuela y la comunidad, así como el involucramiento en proyectos con fines educativos.
Subrayó que esta empresa desde hace casi 9 décadas ha estado comprometida con el desarrollo de proyectos que impulsen la educación y consciencia del cuidado del entorno. Algunos ejemplos son la participación en el desarrollo hace 20 años y reciente remodelación del “Árbol Ramón”, exhibición central en Papalote Museo del Niño. También la creación de la exposición itinerante “La Neta del Planeta”, en conjunto con las empresas que forman el Grupo Transforma, programa de apoyo a visitas escolares, entre muchos otros ejemplos.
Enfatizó que sobre la opinión de que México no impulsa este sector, que el compromiso debe ser todos los sectores sociales, públicos y privados, como responsabilidad compartida para legar un mejor entorno a las próximas generaciones.
INSUFICIENCIA DE LIBROS AMBIENTALES
Desde 2008 a la fecha, Semarnat y SEP han imprimido diversas publicaciones de contenido ambiental como el libro: “Y el medio ambiente? Problemas en México y el mundo”, distribuyendo más de un millón 100 mil ejemplares a docentes. Posteriormente, se realizó la edición de la serie “¿Y el medio ambiente? Cambio climático. Ciencia evidencia y acciones”, con 7 mil 584 ejemplares al 2011. Así como la guía didáctica. “Cambio climático. Ciencia, evidencia y acciones”, con un tiraje de 43,000 ejemplares y un total de 32,799 ejemplares distribuidos a docentes.
Pero el problema que no prevén Semarnat y SEP es tener un real impacto en el alumnado y profesorado. Por citar una cifra, hay actualmente más de 30 millones de alumnos, desde preescolar hasta media superior, y sus publicaciones equivalen a un libro por cada 30 estudiantes, sin contar que el total de maestros asciende a 2 millones.
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