VIOLENCIA
Alto a la violencia en los estadios: es el clamor general de aficionados, autoridades y dirigentes de la Federación de Futbol. Es lo que se ha publicado y comentado durante la semana tras el zafarrancho en las gradas del Jalisco el sábado 22 entre los porristas de Chivas y Atlas.
Todo mundo opina y propone que haya severidad en los castigos que se aplican a los rijosos. Comentaristas de la radio y televisión y analistas de la prensa escrita reprueban los hechos ocurridos en el escenario tapatío, pero no dan el remedio para acabar de una vez por todas con las tropelías.
Esto no es nuevo, hemos visto los broncones que se han armado en Querétaro, León, Monterrey y en Ciudad Universitaria del D.F., pero lo ocurrido en el Jalisco rebasó los limites. Fanáticos de chivas y rojinegros se agredieron con saña y no hubo respeto con la autoridad. Golpearon con furia a los policías, hirieron a ocho y los mandaron al hospital. Dos están graves.
Al menos la presidencia municipal de Guadalajara tomó cartas en el asunto y fueron detenidos 17 rijosos que están detenidos en el penal de Puente Grande y andan sobre otros agresores que están identificados. Las Chivas tratan de dar un escarmiento a su porra y no le permitirán al estrada al estadio Omnilife en el clásico contra el América, este domingo. Esto en realidad son nalgaditas al niño malcriado.
Al Atlas le fue como en feria porque la Comisión Disciplinaria vetó el estadio Jalisco por un partido y le aplicó una multa de 336 mil 450 pesos. Mientras que el Ayuntamiento de Guadalajara multó al club rojinegro por 2 millones 284 mil 755 pesos por sobrecupo, además de que le clausuró el estadio.
Por dinero no hay problema en el equipo tapatío, pues su nuevo dueño Televisión Azteca, lo puede solventar. El problema es el deportivo porque el Atlas tiene que jugar su partido de local en cancha ajena y podría ser en la casa del Morelia. Este sábado no hay problema porque viene de visita del Cruz Azul. Los rojinegros están con el problema del descenso y no duden que estos acontecimientos los pueden perjudicar.
Volviendo a la violencia, los dirigentes de la Federación de Futbol no han sabido cómo frenarla y están perjudicando al deporte del que viven. No hay seguridad para mujeres y niños en los estadios. Un espectáculo que era la recreación de la familia. Pero allá ellos, que con su pan se lo coman.
Por lo pronto, este domingo a las 19 horas será el clásico de clásicos: Guadalajara contra América allá en la Perla Tapatía. Crucen los dedos para que no se suelten otra vez los demonios.
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