El número de muertos dentro del Metro se ha ido incrementando, hasta alcanzar la cifra de 80 decesos en el 2013. Incremento de 186% respecto a 2010, en que se registraron 28 muertes (“Al alza, muertes en el Metro”. Karla Casillas Bermúdez y Valentina Pérez Botero. El Universal. Domingo 04 de mayo de 2014).
Una realidad dolorosa, preocupante. Sin embargo, es de aceptarse que el Metro es la forma más segura y rápida de transportarse en la ciudad de México. A pesar de eventuales retrasos y hasta interrupciones del servicio. A pesar de lo que ahora sucede con la línea 12. Viajar en Metro, además, es la forma más económica, aún con el aumento a 5 pesos del precio del pasaje (recientemente la tarifa de transporte urbano en Veracruz subió a 9); no es menor el subsidio a personas con discapacidad y de la tercera edad.
Sí, en el Sistema de Transporte Colectivo, también hay problemas de aglomeramiento en horas pico, y en algunas líneas aún fuera de ellas; de robos, agresiones y hasta de asaltos en estaciones, andenes, pasillos, entradas y salidas; igualmente, los ocasionados por los vagoneros, y el riesgo de los llamados faquires que abordan los trenes con vidrios en bultos sobre los que se tienden. No puede dejar de reconocerse que el deficiente mantenimiento de escaleras eléctricas constituye severa condición para adultos mayores y discapacitados.
Con todo, más de cuatro millones de viajes, en promedio, ocurren durante 365 días del año. Permiten llegar o acercarse a cualquier destino en nuestra ciudad capital, número que aumentará con las propuestas de ampliación y las que habrán de seguirse. Tres millones de viajes para los que el servicio dispone de medidas de seguridad y de personal compuesto por policías auxiliares, grupos de reacción, de la Secretaría de Seguridad del DF, y del de su estructura. Personal desplegado para proteger y auxiliar a los usuarios pero al que éstos no atienden como debieran hacerlo para su propio beneficio.
Un ejemplo, en la estación Tacubaya, terminal de la línea Pantitlán Tacubaya, usuarios abordan en Patriotismo para viajar, sentados, en dirección opuesta. Elementos de vigilancia están pendientes de la desocupación del tren, pudiera ocurrir que saliera de servicio. Quienes hubieran permanecido en él, tratarán de salir, fuera de andén, para caminar por el área de vías energizadas. Con alto riesgo para su seguridad. Prisas, carreras, colocarse en el bordo del andén en espera del tren, abordar a empujones, caminar en sentido contrario al movimiento de las personas (por la izquierda), son prácticas contrarias a la seguridad propia y de los demás.
En fin, 80 fallecimientos en el 2013 son muchos para el Metro de la Ciudad de México. En parte pudieran preverse, y prevenirse, para disminuir la incidencia, pero son muchos menos que los ocurridos en otros accidentes viales de la capital. Según datos del Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes, en el 2012 en el DF ocurrieron 18,193 accidentes viales, 937 fatales, más 6,938 heridos.
Se insiste, previsión, prevención, es obligado.
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