La expedición del nuevo reglamento de la Ley de Productos Orgánicos (RLPO) es una excelente noticia para los productores mexicanos, la mayoría pequeños, ya que se establece que dichos alimentos deberán contar con el etiquetado Libre de Organismos Genéticamente Modificados, beneficiándose toda la cadena productiva.
El número de productores actualmente registrados es de 200 mil y se logrará que se duplique dicha cantidad, además de que es de suma importancia que el consumidor sepa qué producto es el que adquiere y si está libre de transgénicos.
El ordenamiento destaca que será la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación la responsable de emitir un distintivo nacional y podrá certificar directamente a través del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria.
Contará con un plazo máximo de seis meses para el diseño del etiquetado y autorizará el uso de la certificación participativa orgánica para pequeños productores.
Al comentar al respecto, el diputado Cruz López Aguilar, presidente de la Comisión de Agricultura y Ganadería de la Cámara de Diputados, mencionó que con la publicación del reglamento se tendrá un relanzamiento de la producción de alimentos orgánicos en nuestro país, lo que a su vez, incentivará su consumo por los mexicanos ya que son productos saludables.
Por razones de salud un mayor número de personas voltean a ver dichos productos cuyos insumos, como fertilizantes, semillas, agua y otros, están libres de químicos, y por ello, tienen un gran futuro, incluso regiones enteras pudieran dedicarse a ese propósito.
El legislador de origen campesino, refirió que los precios de los orgánicos generalmente se duplican o triplican respecto a los mismos productos que no tienen esta condición, debido a sus altos costos de producción por la calidad de sus insumos y, dada la difícil situación económica por la que atraviesa el país, esto ha propiciado bajo poder adquisitivo en la mayoría de los mexicanos, dificultando el fortalecimiento del mercado interno.
México ocupa el tercer lugar mundial en producción de orgánicos, después de India y Uganda, y el 95 por ciento se va al mercado de exportación y el 5 por ciento restante al mercado doméstico. Además, casi todos los orgánicos se están metiendo en el llamado “mercado justo”, aprovechando materiales custodiados y sujetos a un proceso de selección de parte de las comunidades y grupos.
Con el nuevo reglamento el gobierno federal tiene la posibilidad de negociar acuerdos de equivalencia con los países que importan los productos orgánicos; en lugar de aplicar regulación externa, será mexicana, lo que impulsará las exportaciones.
En la actualidad productos en estas condiciones son: miel, carne, frutas, verduras, café que se cosechan en unas 300 mil hectáreas localizadas en los estados de Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Baja California, entidades que se caracterizan por condiciones de muy baja capacidad adquisitiva y de atraso rayando en la pobreza extrema.
Con la aplicación del nuevo reglamento de la Ley de Productos Orgánicos, con un ligero retraso de cuatro años, ya que la legislación vigente se expidió el 7 de febrero de 2006 durante la LIX Legislatura, seguramente se incorporarán otras entidades ya que un relanzamiento de la producción de alimentos orgánicos, incentivará su consumo al tratarse de productos saludables.
Inclusive, se puede ampliar la gama de orgánicos desde tunas, nopales y también se puede producir y comercializar pulque orgánico. Eso no tiene límites, siempre y cuando se tenga una demanda en el mercado, concluyó el diputado Cruz López.
Como están las cosas, los pequeños productores tendrán que ponerse muy truchas para incorporarse a esta actividad, buscando implementar una capacidad productiva, sobre todo, si atiende el que actualmente el 50 por ciento de los brokers de productos orgánicos que se exportan son estadounidenses, y con el nuevo ordenamiento, esta tarea la podrán elaborar comercializadores mexicanos.
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