En Ambiente

En un plato

depre952

—1—

Mi dieta no es reflejo de austeridad, me gusta el pan cuando es buen pan y sabe a pan; me complace el queso cuando es buen queso y sabe a queso. Un buen pan y un buen queso —juntos— son una maravilla sin necesidad de untos.

Una quesera lejana al buen pan, una panera distante al buen queso, un plato ocioso en la alacena y el recuerdo del queso y el pan en la mente/vida diaria.

Por ti disfrutaré de este pan, por ti gozaré de este queso y en tu nombre y con agrado comeré tu pan, tu queso olvidado y tomaré de tu plato, más de veintitrés verdinegras aceitunas.

Tu mesa ayuna de pan y el platón sin queso, la panera vacía, la quesera ociosa; tu dieta sin crujiente pan, sin queso y la infancia que aún en mi recuerdo sabe a tu pan, tu queso y tu sonrisa: María de Jesús.

—2—

Soy un punto final viejo sobre una hoja de papel pulpa ocre, verbo ajado conjugado e impertinente. Voz que harta de permisos entona para sí su canto, su poema. Deslucido hilacho que triturado, cedió la fibra para pulpa noble y llegó sin miramientos a hoja servil para una causa empobrecida. Soy un punto y seguido, viejo, sobre una hoja de papel pulpa ocre.

De la oculta raíz nació la ventura de ser, buscó las alturas un recorrido de estrellas y terminó en superficie para la idea desteñida, para un fetiche incierto que para alguno valdrá la pena desentrañar aunque aposentada en desdeñada hoja de pulpa ocre.

—3—

Una ventana con vista a un cielo azul, a un desdeñado azul Goitia, azul franciscano, azul hermano.

Azul sin referencia al mar sosias de la nube oriflama sobre azul; del verde marino al azul celeste hay noventa y nueve tonos de azul.
Azul oculto por el manto blanquecino de la cascada, azul podrido en la laguna de la infancia; cause corrompido, espejo maloliente con ausencia del azul vital.

Azul del poemario modernista, del ensueño en perfección para la infancia de la adolescente, serena es la expresión cuando dormida. Azur es el campo nobiliario y el manto sacro de la patrona. Plumaje en batimiento en procura de las alturas, escamas ondulantes en el vientre eterno. Un jolgorio azul es tu mirada de pupilas azul/negras.

Sueños en cuarzo cuando el crepitar celeste tachona la noche con tranquila faz.

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