Fuera del Distrito Federal hay el temor de entrar a la capital del país. Es la ciudad de la prohibición. Se prohíbe fumar. Se prohíbe transitar un día a los carros con holograma dos. Se prohíbe circular camiones de carga pesada dos horas al día. Ahora se prohíbe transitar los sábados a los autos viejos, con 15 años o más años de uso. Hace 20 años empezó la prohibición, bajo el lema de “Hoy no Circula”. La razón fue por la contaminación del aire con humos y gases automotrices. La causa es la combustión de gasolinas. El tiempo pasa y siguen aumentando las prohibiciones. Y la contaminación sigue aumentando. Aumenta al grado de ser grave, de causar la muerte. Prohibir no es la solución. Para PEMEX-Gobierno el negocio de las gasolinas es muy rentable. Pero si hubiera gasolinas limpias no habría contaminación y no habría y tanta prohibición.
No hay programas de garantía de vialidad. No hay teléfono para reportar embotellamientos contaminantes, que agravan la vida. No hay un grupo de agentes que desactiven los embotellamientos. Pareciera que la política gubernamental es la sanción económica, para rellenar la tesorería pública. Pero, para la ciudadanía que tiene que entrar a la ciudad de México aterrorizada. Además de las multas, cuidarse de “las mordidas”.
Acotaciones
Ollanta Humala, Presidente del Perú, visitó México, fue recibido por el Mandatario, Enrique Peña Nieto, en Palacio Nacional. Firmaron convenios de intercambio comercial y cultural. El mismo día jueves, por la noche, recibió al Canciller de Alemania, Frank Walter Steinmeir.
La casa hogar “La gran familia” o “Mamá Rosa”, era un territorio privado y cerrado al público. Dicen “es como la Nueva Jerusalén”. El gobierno no metía las manos. La señora perdió el control. Dicen: “si hay delitos”.
Todos saben que hay reformas. De Telecomunicaciones, Financiera y Energéticos, entre otras. Pero muy pocos saben que temas contiene y qué se modifica. El gobierno debe invadir de información, por un largo tiempo.
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