Sustentabilidad

Gestión Integral de Riesgos

Rafael H. Rivera

La Ley General de Protección Civil vigente incluye un concepto en lo que se debe entender como Protección Civil que es “la acción solidaria y participativa, que en consideración tanto de los riesgos de origen natural o antrópico como de los efectos adversos de los agentes perturbadores, prevé la coordinación y concertación de los sectores público, privado y social en el marco del Sistema Nacional, (para) crear un conjunto de disposiciones, planes, programas, estrategias, mecanismos y recursos para que, de manera corresponsable, y privilegiando la Gestión Integral de Riesgos y Continuidad de Operaciones, se apliquen medidas y acciones para salvaguardar la vida, integridad y salud de la población y sus bienes; infraestructura, planta productiva y Medio Ambiente”.

La Gestión Integral de Riesgos es “el conjunto de acciones encaminadas a la identificación, análisis, evaluación, control y reducción de los riesgos, considerándolos por su origen multifactorial y en un proceso permanente de construcción, que involucra a los tres niveles de gobierno, así como a los sectores de la sociedad, lo que facilita la realización de acciones dirigidas a la creación e implementación de políticas públicas, estrategias y procedimientos integrados al logro de pautas de desarrollo sostenible, que combatan las causas estructurales de los desastres y fortalezcan las capacidades de resiliencia de la sociedad. Involucra las etapas de identificación de los riesgos y su proceso de formación, previsión, prevención, mitigación, preparación, auxilio, recuperación y reconstrucción”.

Las Oficina de Naciones Unidas (ONU) Para la Reducción del Riesgo de Desastres, desde 1990 detectó que la exposición al riesgo de desastres ha sido cada vez mayor, por lo que propuso en 1997, el Decenio Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales.

En esta década se dan importantes pasos en el desarrollo de la prevención y el estudio de la mecánica de los desastres e integración formal de los Atlas de Riesgos, tanto en el Distrito Federal, como a nivel federal.

En la siguiente década, la ONU lanzó la Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres, la cual busca desarrollar comunidades resilientes mediante la promoción de una cultura de la prevención, tomando como componente principal, el desarrollo sustentable que busca reducir el impacto de los efectos de cualquier calamidad que se pudiese presentar.

En el 2005, se establece el Marco de Acción de Hyogo para la década 2005-2015, que establece entre otras cosas: Promover un enfoque estratégico y sistemático de reducción de la vulnerabilidad a las amenazas/peligros y sus riesgos y aumentar la resiliencia de las naciones y comunidades ante los desastres.

La propuesta de Hyogo se basa en 5 puntos: 1.- Priorizar la Reducción de Riesgo de Desastres (RRD): asegurar que la RRD sea una prioridad nacional y local con una fuerte base institucional para su implementación; 2.- Conocer los Riesgos y Tomar Medidas: identificar, evaluar y monitorear los riesgos de desastres y mejorar la alerta temprana; 3.- Crear Conciencia: usar los conocimientos, innovación y educación para crear una cultura de la seguridad y la capacidad de recuperación a todo nivel; 4.- Reducir el Riesgo: reducir los factores de riesgo subyacentes, y 5.- Estar Preparados y Listos para Actuar: mejorar la preparación para una respuesta eficaz a todo nivel.

Así, se incluye el concepto, ya no como un elemento más a cubrir por la legislación y de cumplimiento con normatividad internacional suscrita por nuestro país, sino como el fortalecimiento social para enfrentar cualquier eventualidad.

La Universidad Veracruzana en su “Propuesta Semilla para Facilitar la Creación del Plan de Gestión Integral de Riesgo-Protección Universitaria” (2011), aclara cómo se puede definir este concepto: “Los desastres no son accidentes, producto de la casualidad. Son riesgos no manejados. Son problemas de desarrollo no resueltos, porque son procesos socioculturales, políticos, de crecimiento económico y de protección del ecosistema. Los desastres no son naturales. Son vulnerabilidades no atendidas”.

En gran medida, el desarrollo de modelos con la visión de Gestión Integral de Riesgos lleva a pensar que por la complejidad misma del manejo de este tema, se plantea con un enfoque interdisciplinario y transversal en la solución de problemas y particularmente en la reducción de riesgos.

Es importante que haya quedado inserto como un concepto de la definición de cómo se tendría que atender el manejo de la Protección Civil y no como un sustituto en términos de prevención y manejo de eventualidades.

Especialistas como el asesor en Protección Civil, Felipe Rosales, concuerdan en que el desarrollo e implementación de un Programa Interno de Protección Civil, resuelven de fondo cualquier inconsistencia en materia de prevención, ya que la lleva a la correcta aplicación de bitácoras de mantenimiento y afinar planes y procedimientos de emergencia sin contar ya con el programa de restablecimiento.

Llama la atención que en la legislación en Protección Civil, al menos en el Distrito Federal, no se contempla el concepto la Gestión Integral de Riesgos, sin embargo, de facto se aplica con la correcta implementación de planes y programas delegacionales y del GDF, que la Escuela de Administración Pública del DF incluye en su oferta educativa la especialidad en el tema.

El estudio y desarrollo en materia de prevención se empieza a empatar en la legislación con respecto a la tendencia internacional, sin embargo, no han quedado plasmados en las leyes y reglamentos locales para darle la formalidad requerida ante las contingencias que se presentan en el día a día, así como en la aplicación formal en las acciones del fortalecimiento de la sociedad para sobreponerse a la adversidad en el menor tiempo posible y entrar a un estado nuevo que, en ocasiones, pudiera ser de normalidad.

Comentarios Cerrados

Los comentarios están cerrados. No podrás dejar un comentario en esta entrada.