El centro histórico de Querétaro, es toda una amalgama de historias, en donde sus fachadas antiguas ocultan grandes construcciones e historias del México tradicional que esperan a ser descubiertas por el turista que gusta de escuchar de las leyendas y personajes increíbles que alguna vez estuvieron en esos lugares.
Entre estos lugares emblemáticos se puede destacar a seis casonas, que además de gozan de impactante belleza arquitectónica.
En la Plaza de Armas, en el corazón del centro histórico está la Casa de Ecala, sede del DIF Estatal y que fue construido en el siglo XVIII y su fachada es un bello ejemplo del barroco tallado en cantera.
La Casa de la Marquesa, es una verdadera joya del barroco queretano que conjunta múltiples detalles, fue un regalo del Marqués de la Villa del Villar del Águila (constructor del acueducto) para su consorte, Doña Josefa Paula Guerrero y Dávila, construida en 1756 y hoy sede de un espléndido hotel con 25 suites decoradas de manera excelsa. Y le dio alojamiento a pesonajes históricos como, Maximiliano de Habsburgo y Agustín de Iturbide, en distintos momentos.
Muy cerca de la Plaza de Armas, se encuentra una casona en donde, según cuenta la leyenda, “espantan”. Una historia estremecedora de la Casona de Don Bartolo.
La Casa de la Zacatecana, tiene una historia muy tétrica, pues la Zacatecana quien era dueña de la casa mandó matar a su marido y luego, al asesino. Ambas personas fueron enterradas en las mismas caballerizas de la casa y los crímenes enterrados en el olvido. Lo realmente tétrico, es que días después la Zacatecana apareció asesinada sin que nada se supiera de su homicida. Dicen que espíritus rondan la casa desde entonces.
La Casa del Corregimiento (hoy Palacio de Gobierno). A finales del siglo XVIII se construyó el inmueble para albergar y dar espacio para oficinas de los Corregidores de Querétaro. Tiempo después, surgirían de entre sus muros, las ideas que provocarían el movimiento de independencia de nuestro país.
La Casona de los Cinco Patios, se encuentra a unos pasos de la Casa del Corregimiento. Ésta es reconocida como una espléndida joya arquitectónica que mezcla estilos del siglo XVIII y XIX. Su primer habitante fue don Pedro Romero de Terrenos, que en aquel entonces era uno de los hombres más ricos del país. En esta casa llegaron a hospedarse el emperador Maximiliano y su esposa Carlota y, años más tarde, el Presidente Porfirio Díaz.
ola muy buena presentación solo falta imágenes