Economía explosiva en todo el mundo. Es por la industria del recreo, es por el Mundial de Futbol. De entrada, la cabeza del emporio futbolístico, la FIFA, calcula una bolsa de mil millones de dólares. El monto se derramará para todos los países participantes. El Mundial de Futbol, ahora en Sudáfrica, detonó la circulación de dinero, inversión, empleo y producción. Y lo más valioso, genera distracción. Da alegría. Millones de personas dan atención al Mundial. México vive todos esos beneficios, económicos y de recreo. Luego entonces, sorprende la tal encuesta ordenada por la Presidencia de la República ¿Debe ir el Presidente Calderón a la inauguración del Mundial?
Acto en que el país anfitrión, Sudáfrica, juega con la selección representativa de México y por ello ese Gobierno invita al mandatario mexicano al juego de inauguración. No se entiende la preguntita si debe ir. De cuándo, acá, el Presidente pregunta al pueblo si puede ir a tal lugar. Suman docenas los viajes internacionales del mandatario, y, nunca ha preguntado; no todos reditúan frutos, pero ahí va. Hoy, por sí mismo el futbol, representa mucho a México, además de dinamizar la economía: fabricación de ropa deportiva, calzado, llaveros, calcomanías, impresos de álbumes, de estampas, distribución, transportación, televisores, radios. También es la generación de terapia; no todo es narcotráfico, crimen organizado, con más de 22 mil personas asesinadas, con pasajes tétricos.
El turismo es la tercera fuente más importante de ingresos de divisas, de inversión y empleo. ¿Cuánto va costar lavar la mala imagen? No hay dinero que lo logre. El 90 por ciento de los discursos de Felipe Calderón, es sobre la historia y vida sangrienta por la delincuencia. El 5 de mayo fue la parte central en Puebla. Tiempo es de elevar la mira y lanzar el balón a mayores y mejores expectativas. El futbol es un filón de oro, pero hay que reestructurar hasta la mentalidad de los empresarios. En Estados Unidos lo hacen, se enseña y se juega el fut en todas las escuelas. Pronto serán una potencia mundial y con fuerte economía futbolera. Señor Presidente, su gobierno debe detenerse en la reestructuración. El futbol atrae las masas, millones de niños se divierten y se alegran. Lo lamentable es el nivel de retraso y de explotación a nivel barbarie del deporte. Vaya, a Sudáfrica. No pregunte. Todo el mundo sabrá de México, por el Mundial. Dé buena imagen.
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