La Reserva de la Biosfera Tehuacán–Cuicatlán, en los estados de Puebla y Oaxaca, avanza en el proceso de preparación del expediente de nominación para su inclusión en la Lista del Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés).
Ello fue informado en la Reunión Internacional de Expertos del Proceso de Nominación de Tehuacán-Cuicatlán, efectuada en Puebla, evento mediante el cual se analizan las aportaciones de expertos internacionales y nacionales en sitios con contextos similares.
En dicha reunión, científicos, académicos, gestores de sitios y representantes institucionales, fueron convocados para dialogar y analizar sobre la transición de las sociedades de cazadores-recolectores a sociedades agrícolas; el origen de la producción de alimentos y la Convención de Patrimonio Mundial, en diferentes sitios del mundo, para ubicar al Valle de Tehuacán-Cuicatlán dentro de este contexto.
Las conferencias fueron complementadas con una visita a algunos de los sitios arqueológicos en la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán, donde se encuentran vestigios culturales y recursos naturales de valor relevante, que serán documentados para integrar el expediente que posibilitará su nominación.
En comunicado de prensa se detalló que Luis Fueyo Mac Donald, comisionado Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), en su intervención señaló que la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán cuenta con una gran riqueza de especies de flora y fauna, y gran número de especies endémicas, que hacen de ésta una región única.
De acuerdo con investigaciones de los expertos, señaló el Comisionado Nacional, en esta ANP existen vestigios de la domesticación de especies silvestres y asentamientos sedentarios que revelan la riqueza que guarda y que son elementos para ser tomados en cuenta.
A este respecto, Nuria Sanz señaló que la región de Tehuacán, donde se localiza la Reserva es uno de los escenarios a nivel mundial donde ocurrió este proceso de domesticación, “que no sólo cambió la dieta, sino el paisaje, la conciencia social y la forma del asentamiento, que dieron paso a los primeros pobladores”.
En ese sentido, el Valle de Tehuacán‐Cuicatlán, desde 1961 ha sido escenario de reconocidas investigaciones sobre el origen de la agricultura, y que ha sido uno de los proyectos arqueológicos importantes del INAH. En el expediente de nominación de la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán, se conjuntarán todos estos conocimientos y resultados de investigaciones arqueológicas con los valores de su entorno natural, que propiciaron el desarrollo del hombre en sus primeras etapas.
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