Agua de lluvia con presencia de elementos ferrosos fueron vertidos hacia el río Bacanuchi, debido a la presencia del huracán Odile en Sonora.
Así lo informó la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) que el vertimiento reportado por la empresa Buenavista del Cobre el pasado día 18 de septiembre, corresponde a agua de lluvia con presencia de elementos ferrosos por debajo de las normas que pongan en riesgo la salud humana.
Como resultado obtenido por las inspecciones adicionales a la mina ubicada en el municipio de Cananea, Sonora, desde el 17 de agosto y hasta el día de hoy, después de haber sido notificada por la empresa el vertimiento registrado en los represos Tinajas 1 y Tinajas 2, tras el paso del Huracán “Odile”.
El análisis de la Profepa, pudo constatar que en el represo Tinajas 1 se acumuló y se tuvo vertimiento de aguas de origen pluvial.
El represo Tinajas 2 recibió escurrimientos pluviales hasta alcanzar su máximo nivel de capacidad, empezando posteriormente a rebosarse sobre la parte derecha del bordo y verter hacia arroyo que es tributario del río Bacanuchi.
Las características de esta agua vertida, es la resultante de la mezcla de lixiviados con el agua pluvial recibida, situación comprobada mediante lecturas de pH que resultó también por debajo de las normas de riesgo para la salud.
La dependencia informó que desde el 18 de septiembre estos represos no presentan derrames, y las lecturas de acidez del agua llevada cabo, se encuentran por debajo de las normas de seguridad.
Dijo que tenía conocimiento del paso que seguiría dicho fenómeno meteorológico por el estado de Sonora, instruyó junto con la Comisión Nacional del Agua (Conagua) a tomar las medidas pertinentes a fin de evitar derrames o escurrimientos de soluciones contenidas en los distintos represos que se operan en la mina de Cananea y de toda la entidad.
Como resultado del meteoro natural, el represo Tinajas 2 de la mina Buenavista del Cobre, recibió escurrimientos pluviales muy copiosos que lo llevaron a máxima capacidad, generándose un vertido temporal de agua pluvial, mezclada con lixiviados, hacia un arroyo tributario del río Bacanuchi.
Indicó que conjuntamente con la Conagua han ordenado a la empresa efectúe el control y limpieza necesarios, así como la intensificación del bombeo para estar en condiciones de recibir nuevos escurrimientos pluviales. Desde el 18 de septiembre estos represos no presentan derrames.
Cabe señalar que después de dos clausuras a diversas instalaciones de Buenavista del Cobre y de haber realizado la revisión de los términos y condicionantes de nueve resolutivos de impacto ambiental expedidos por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales a esta empresa, la Profepa vigila que las condiciones en las que se encuentran los represos de lixiviados sean seguras con el fin de evitar que puedan ocurrir nuevos derrames contaminantes a los Ríos Bacanuchi y Sonora.
La orden de clausura impuesta por la Profepa permite a la empresa realizar las tareas que sean necesarias para evitar una nueva emergencia, como el bombeo de aguas pluviales, hacia la presa de jales, que puedan comprometer la resistencia de los bordos existentes y la neutralización con hidróxido de sodio para evitar el arrastre de metales residuales.
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