Ahora que el tema de la minería se encuentra en boga por arrasar con todo a su paso y por el vertido de contaminantes a los ríos Bacanuchi y Sonora por parte de la empresa Buenavista del Cobre, México y Canadá acordaron integrar un programa de cooperación en materia de regulación sustentable para sector minero.
El problema de la degradación de la minería es tan letal y el actuar de las autoridades deja tanto que desear que el Presidente Enrique Peña Nieto tuvo que nombrar una comisión especial para que lleve a cabo acciones inmediatas, oportunas y eficaces para evaluar y subsanar los daños causados a la población a causa del derrame.
El acuerdo citado se da en el marco de la X Sesión Anual de la Alianza México-Canadá que se desarrolló en Calgary, donde se reunió el Grupo de Trabajo de Medio Ambiente, encabezado por Enrique Lendo Fuentes, titular de la Unidad Coordinadora de Asuntos Internacionales de la Secretaría del Medio Ambiente (SEMARNAT), y su homólogo canadiense, Dan McDougall, del Ministerio de Medio Ambiente.
Ambas delegaciones destacaron la utilidad de este mecanismo de cooperación para fortalecer las capacidades de los funcionarios del sector ambiental. Además, intercambiaron ideas sobre áreas de oportunidad en minería sustentable, Cambio Climático, desarrollo urbano sustentable, manejo adecuado de residuos sólidos y Áreas Naturales Protegidas.
Como parte de la delegación de México asistió Galo Galeana, director general de Energía y Actividades Extractivas, y de forma remota participaron en las discusiones funcionarios de la SEMARNAT, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) y el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), expertos en los temas de cooperación que se están discutiendo con las autoridades de Canadá.
El Grupo de Trabajo de Medio Ambiente sesiona cada año en el marco de la Alianza México-Canadá que es el principal mecanismo de cooperación bilateral y sirve como catalizador para coordinar acciones entre los gobiernos, la iniciativa privada y los socios no gubernamentales. La Alianza se creó en el 2004, año en que se conmemoró el LX Aniversario de las relaciones diplomáticas entre Canadá y México y el X Aniversario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC).
REUNIÓN DE ALTO NIVEL
Como se recordará, en una reunión de alto nivel, el gobierno de Estados Unidos pidió al mexicano acabar con la tala en la Biosfera Mariposa Monarca, especialmente en la zona núcleo, dado que eso favorece que muera un mayor número de la misma durante su hibernación.
Los gobiernos de Canadá, Estados Unidos y México se encuentran preocupados por hacer que la migración de la Monarca sea lo más seguro posible, pues de no hacer, esta especie podría desaparecer.
Al firmarse el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, las tres naciones también signaron otro, el de Acuerdos de Cooperación Ambiental de América del Norte (CCA).
Además, entre México y Estados Unidos se firmó El Programa Ambiental Frontera 2020 para proteger especialmente al Medio Ambiente y la salud pública en 10 estados y a 14 millones de personas en ambos lados de los tres mil kilómetros de la frontera común, incluyendo a 26 tribus americanas y siete grupos de indígenas mexicanos.
Gracias a ese programa se desarrollaron más de 140 proyectos para reducir la contaminación del agua, aire y suelos, proteger la salud ambiental, atender la preparación para la respuesta a emergencias ambientales y promover el cumplimiento de las normas ambientales en beneficio de más de 14 millones de habitantes de la región fronteriza.
BASES DEL ACAAN
Las bases en las que se sustenta el Acuerdo de Cooperación Ambiental de América del Norte (ACAAN), son los siguientes:
1. El convencimiento de la importancia de la conservación, protección y mejoramiento del ambiente en los territorios de los tres países y el papel esencial de la cooperación en estas áreas para lograr el desarrollo sustentable en beneficio de las generaciones presentes y futuras.
2. La reafirmación del derecho soberano de los estados para aprovechar sus recursos según sus propias políticas ambientales y de desarrollo y su responsabilidad de asegurar que sus actividades dentro de su jurisdicción o control no causen daños al ambiente de otros estados o áreas fuera de los límites de jurisdicción nacional.
3. El reconocimiento de la interrrelación de sus ambientes.
4. La aceptación de que los vínculos sociales y económicos existen entre ellos incluido el TLC, son cada vez más estrechos.
5. La confirmación de la importancia de las metas y los objetivos ambientales incorporados en el TLC, incluido el de mejores niveles de protección ambiental.
6. La importancia de la participación de la sociedad en la conservación, protección y el mejoramiento del ambiente.
7. La existencia de diferencias en las respectivas riquezas naturales, condiciones climáticas y geográficas de los tres países así como en sus capacidades económicas, tecnológicas y de infraestructura.
8. La reafirmación de la Declaración de Estocolmo sobre el Medio Humano de 1972 y la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de 1992.
9. La tradición de cooperación ambiental de los tres países y el convencimiento de los beneficios que habrán de derivarse del establecimiento de un marco, y en especial de una Comisión que facilite la cooperación efectiva para conservar proteger y mejorar el ambiente en sus territorios.
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