México celebra los 80 años del Palacio de Bellas Artes, la máxima casa de cultura y arte de este país.
La construcción del Palacio empezó en 1904, bajo el gobierno de Porfirio Díaz, con motivo de festejar el Centenario de la Independencia de México, demostrar el poderío de esta nación, y por supuesto, para tener una casa de Opera o Teatro como todo gran país desarrollado.
El proyecto empezó, pero se atravesó la Revolución Mexicana, en este tiempo, se logró construir parte de su fachada con mármol, y el telón de cristal por Tiffany’s, usado hasta nuestros días como fondo, el cual alberga la imagen del Popocatépetl e Iztaccíhuatl. Fue hasta el gobierno de Pascual Orozco que la construcción del Palacio pudo ser retomada.
Sin embargo, el proyecto ya no estaría a cargo del arquitecto italiano Boari quien había propuesto un diseño Art Nouveau o Modernismo. En esta ocasión, el proyecto fue encargado al mexicano Federico Mariscal, quien era famoso por su estilo Art Decó. Así fue como el Palacio llegó a combinar dos estilos arquitectónicos que la estética conservadora jamás hubiera recomendado se encontraran juntos.
Para darle un sabor más mexicano, el interior fue decorado con murales de Diego Rivera y José Clemente Orozco, así como con elementos indígenas y obras que representasen el arte mexicano.
Con todos estos elementos, el Palacio se convierte en sí mismo en una muestra de la diversidad artística que puede albergar el país. Lo que sumado a su uso como museo y centro de teatro y danza, lo ha convertido en un invaluable monumento al arte, declarado monumento artístico por la UNESCO en 1987.
¡Felices 80 años!
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