En conferencia de prensa, Liliana Pérez Peralta, optometrista del Instituto Politécnico Nacional (IPN) señaló que hasta el 80% de los problemas de ceguera se podrían evitar a través de una atención oportuna y de calidad, lo que también se vería reflejado en la reducción de costos directos en atención médica y en costos indirectos.
Expreso lo anterior en el marco del pasado Día Mundial de la Visión, en donde se comunicó que a nivel mundial, la discapacidad visual es un problema alarmante que la Organización Mundial de la Salud, que define este mal al referirse a una persona que tiene una disminución en la visión, que se da incluso después de tener un tratamiento convencional, tiene una disminución significativa de la vista, que
limita a la hora de llevar a cabo actividades cotidianas.
La especialista dijo que “está la barrera económica y la social en donde las personas no saben que una valoración periódica, el contacto con un licenciado en Optometría son factores que ayudan a diagnosticar cualquier cambio y corregirlo y la tercera es el margen de legalidad, donde no se está reconociendo este papel”.
Añadió que “no hay una diferencia a nivel funcional de una persona con visión baja y alguien que tiene ceguera, que no puede ver ni siquiera la luz. Muchas personas con visión baja son tratadas como personas ciegas, cuando en realidad son capaces de utilizar esa visión en muchas actividades, entonces están en un rango en donde no son ni normovisuales pero tampoco son ciegas, entonces muchas veces desde este punto de vista, estas personas no pueden tener apoyo y son personas que son socialmente excluidas”.
Citó que los datos recientes de la OMS nos dice que hay 600 millones de personas ciegas en el mundo, en México son 467 mil personas aproximadamente y, algo muy interesante pero a la vez alarmante aseguró Pérez, es que las principales causas de debilidad visual son causas reversibles, la primera son los errores reflectivos que no son corregidos, la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo”.
Por su parte, Yazmín Gutiérrez, optometrista del Instituto Oftalmológico Conde de Valenciana IAP, comentó que en el mundo se estima que hay aproximadamente 285 millones de personas con discapacidad visual, de las cuales 39 millones son ciegas y 246 millones presentan baja visión. En términos mundiales, los errores de refracción no corregidos -miopía, hipermetropía o astigmatismo- constituyen la causa más importante de discapacidad visual con un 43%, las cataratas representan un 33% pero en los países de ingresos medios y bajos siguen siendo la principal causa de ceguera, el glaucoma tan solo representa un 2%.
Declaró que “en México la ceguera es la segunda causa de discapacidad, después de la motriz, se estima que afecta a 1 millón 300 mil personas. Además, el 45%de la población, es decir 50 millones, requieren de atención optométrica”, agregó la especialista, y continuó: “En la edad escolar el 20% presenta problemas visuales, y si tomamos en cuenta que el 80 por ciento de la información ingresa por los ojos, tres de cada cuatro fracasos escolares están relacionados con una visión deficiente”.
Añadió que “quienes sufren estas patologías y no las corrigen, se enfrentan a muchos efectos económicos, sanitarios y sociales, incluyendo mala visión, menor educación y oportunidades laborales, así como aislamiento social, lo que genera una pérdida de productividad”.
Dio a conocer que este mal por lo regular está atacando mayormente a los hombres, y es esencial impulso de la conciencia de visitar al optometrista cuando se registren los primeros problemas, especialmente en edades tempranas como mayores y que el uso de lentes, especialmente en los niños no deber hacérsele sentir como menos y darle a entender que es una cuestión natural para su desarrollo natural y educativo y que no por sufrir de apodos de sus compañeros de escuela como el clásico “cuatro ojos”, le impidan poder estudiar adecuadamente.
En comunicado de prensa se señaló que un estudio de AMD Alliance International, resaltó que los costos directos de la pérdida de la visión en todo el mundo en 2010 fueron $2.3 billones. Los costos indirectos, como la pérdida de productividad, el suministro de informal y el cuidado de la familia, añadió otro $ 652 mil millones. En 2020, se espera que estos costos a la altura de $ 2.8 billones para los costos directos y $760 mil millones para los costos indirectos.
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