Se dio a conocer la publicación de la edición 2014 del diccionario de la real academia española, por parte de Editorial Planeta, en donde se da la conmemoración del tercer centenario de su fundación, y en esta 23.ª edición de su obra, y que al paso del tiempo se ha vuelto el más importante diccionario de referencia y consulta del español.
La primera tarea que se impuso en 1713 la recién constituida Academia Española fue la redacción de un diccionario de nuestra lengua. Resultado de aquel esfuerzo fue el que hoy se conoce como Diccionario de autoridades porque incluía, tras cada definición, citas reales de diversos autores que ilustraban y refrendaban palabras y acepciones. Se publicó, en seis volúmenes, entre 1726 y 1739.
En 1780 se editó una nueva versión de ese primer diccionario académico, con el título de Diccionario de la lengua castellana reducido a un tomo para su más fácil uso, ya sin las citas de autor. Será la primera edición de lo que hoy conocemos como el «diccionario común», el Diccionario de la lengua española o Diccionario de la Real Academia Española (DRAE). La 22.ª edición, ahora ya penúltima, apareció en 2001.
Además, como resultado de la revisión efectuada, incorpora cambios y mejoras en la presentación de los artículos y en el tratamiento lexicográfico de ciertas cuestiones.
La Real Academia Española, hoy en estrecha colaboración con la Asociación de Academias de la Lengua Española, ha concentrado buena parte de sus esfuerzos durante estos últimos años en la publicación de varias obras de extraordinaria importancia que se sentían como necesarias (Diccionario del estudiante, Diccionario panhispánico de dudas) o venían reclamando una renovación (Nueva gramática de la lengua española, Ortografía de la lengua española).
Por otra parte, la aparición en 2010 del Diccionario de americanismos de la Asociación de Academias de la Lengua Española ha supuesto una nueva e importante fuente de información sobre el vocabulario específicamente americano.
El Diccionario se dirige fundamentalmente a hablantes cuya lengua materna es el español, que encontrarán en él recursos suficientes para descifrar toda clase de textos escritos y mensajes orales; se dirige también a los hispanistas, docentes y estudiosos de la lengua española en todo el mundo.
El propósito del Diccionario de la lengua española es recoger el léxico general utilizado en España y en la América hispanohablante. Ello no obsta para que incluya una nutrida representación de los usos específicos de cada país, convenientemente marcados.
El Diccionario, cuya versión en papel ocupa 2376 páginas, ha sido sometido a una profunda revisión durante los trece años transcurridos desde su anterior edición en 2001.
La vigesimotercera, frente a las 88 431 de la edición anterior, ofrece ahora 93 111 entradas, con un total de 195 439 acepciones. En el conjunto de la obra se han introducido cerca de 140 000 enmiendas que afectan a unos 49 000 artículos.
He aquí algunas otras cifras:
• 49 650 etimologías.
• 21 466 acepciones con marca de alguna especialidad técnica.
• 18 712 acepciones con alguna marca de países americanos.
• 435 acepciones con marca de España.
• 102 acepciones con marca de Filipinas.
• 30 acepciones con marca de Guinea Ecuatorial.
• 1296 artículos y 118 formas complejas con información de variantes.
• 333 extranjerismos crudos (en cursiva).
• 222 locuciones latinas.
• 176 artículos y 11 formas complejas con información ortográfica.
• 1637 verbos con información sobre su conjugación.
• 133 artículos con otras informaciones morfológicas.
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