Al menos, una veintena de ciudades mexicanas (Tijuana, La Paz, Puerto Vallarta, Acapulco, Cancún y Veracruz, entre otras) se encuentran entre las que serán más afectadas por el aumento del nivel mar como consecuencia del Cambio Climático (CC) global.
De acuerdo con el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la Organización de Naciones Unidas (PICC), México es altamente vulnerable al crecimiento marítimo. De tal suerte que es el segundo lugar en afectaciones de América, donde solamente es superado por los países caribeños.
El tercer lugar corresponde a Ecuador; le seguirán Brasil, Argentina, Chile, Perú, Surinam y Guyana. Por lo que toca al norte a América, se determina que Nueva York, EU, será la más afectada, seguida por el sur de Florida y una parte de California.
La acidificación e incremento del nivel mar afectarán a unos 600 millones de habitantes del Continente, según el PICC. Para el resto del mundo, también se calcula en 600 millones de personas las siniestradas por el aumento del mar.
En el ámbito mundial se indica que uno de los países más afectados por ese fenómeno será Bangladesh y, desde luego, los Estados insulares, entre ellos destaca Indonesia que reporta que, al menos, 10 de sus más de 17,000 islas, ya fueron devoradas. En total, se espera que sólo este país, pierda más de 2,000 islas.
De acuerdo con estudios del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), el daño que reciba México no será significativo, toda vez que en el 2030, solamente significará algo así como 1.1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). También detalla que únicamente el 16 por ciento del territorio es apto para la agricultura.
Greenpeace México indica que el crecimiento del nivel del mar, la acidificación, incremento de la temperatura, huracanes, exceso de lluvias y sequías, entre otros efectos del CC pone en peligro, al menos, 15 por ciento del territorio nacional, 68.2 por ciento de la población y 71 por ciento del PIB.
Otros especialistas consideran que los costos del crecimiento del mar, la acidificación y sus efectos colaterales alcanzarán el 20 por ciento del PIB, lo que se calcula por arriba de los 2 billones de pesos anuales.
Como es sabido, el estudio Stern advierte y exhorta a los países del orbe a invertir anualmente 2 por ciento de su PIB en acciones de prevención y adaptación al CC, porque eso, a la vuelta de unos cuantos años, evitará que tengan pérdidas superiores al 20 por ciento, al año.
Aunque en México no se habla mucho de los costos por esos efectos, se sabe que la supuesta sequía del 2012 dejó pérdidas por más de 70 mil millones de pesos y la inundación grave de Villahermosa ronda los 50 mil millones, en daños.
A diferencia de México, en Estados Unidos sobra la información sobre estos costos. Se indica que, en la actualidad, los daños por los diferentes efectos del calentamiento global ascienden a 100 mil millones de dólares anuales y, de acuerdo a sus proyecciones, esta cifra se incrementará a partir del 2030 a 700 mil millones de dólares al año.
Por lo que toca al crecimiento del mar, los científicos afirman que fue de 3 milímetros anuales de 1990 al 2000, pero de ahí en adelante se disparó a más del doble y, en algunos casos, específicamente con relación a las ciudades con vista al Golfo de México, es de 10 a 20 milímetros, toda vez que la Corriente del Golfo ha perdido un 30 por ciento de su fuerza.
ACIDIFICACIÓN
La acidificación de los océanos se ha dado por dos procesos: Natural, en el pasado; y ahora, por antropogenia. De la forma natural lleva miles de años y por la mano de la humanidad, en muy corto tiempo, y los niveles alcanzados son 10 veces más.
De 1750 a la fecha el pH marino pasó de 8,179 a 8,104 unidades, lo que parece un cambio insignificante. Sin embargo, si se toma en cuenta que el pH es a escala logarítmica, el resultado sería 30 por ciento de aumento en la concentración media de protones.
Hablando sin tapujos, la acidificación de los océanos se debe directamente al aumento de gases de efecto invernadero (Gei’s), especialmente el dióxido de carbono. Entre el 25 y 30 por ciento del CO2 es absorbido por los mares, sin embargo, cuando se rebasan las cifras, entonces se disuelve en el océano y provoca aumento de acidez del mismo al combinarse con agua para formar ácido carbónico que se ioniza parcialmente en protones e iones bicarbonato.
Los científicos afirman que hace 55.8 millones de años se tuvo un episodio de calentamiento climático, posiblemente a un décimo de la velocidad de la que se desarrolla actualmente. Sus efectos fueron desastrosos pues acabó con más de 70 por ciento de las especies marinas y terrestres.
Los efectos de la acidez alteran diferentes ecosistemas marinos, porque se reduce la calcificación, lo que afecta gravemente a corales, moluscos, crustáceos, equinodermos, cocolitofóridos y foraminíferos.
Según los especialistas, se ha comprobado que el blanqueamiento de corales se debe a la acidificación. Estos morirán y se acabarán totalmente para el 2050, en caso de que no se haga nada por salvarlos. Las zonas coralinas son para el mar, el equivalente de las selvas para la tierra. Es, precisamente, ahí donde se encuentra y se produce la mayor biodiversidad marina.
Otro gran efecto de la acidez es una importante reducción en el plancton que sirve de alimento a una incalculable cantidad de especies que van desde las más pequeñas hasta las más grandes.
Asevera que la acidificación es preocupante por lo incontrolable de su alcance y sus efectos. Al tener el potencial de afectar a escalones próximos a la base de las cadenas tróficas de prácticamente todos los ecosistemas marinos puede provocar grandes alteraciones en las poblaciones de casi todas las especies.
Para la ONU, la situación es gravemente alarmante pues en el mundo, 50 por ciento de la población mora en zonas próximas a los mares y, desde luego, son cientos de millones de individuos que viven y comen de los mismos.
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