HACE 40 AÑOS fuimos testigos del triunfo absoluto de Brasil en la Novena Copa Mundial de Futbol. Los brasileños se llevaron, al final, la Copa Jules Rimet, porque fueron, por tercera vez, campeones del mundo. En el Estadio Azteca se despidió el gran Pelé.
PERO NUESTROS recuerdos no llegan simplemente a lo que ocurrió en aquella Copa de Mundo de futbol. En esa ocasión, en nuestra carrera periodística, nos enviaron a cubrir la información de una de las sedes de ese campeonato. No fue difícil, pues iniciamos nuestro trabajo como informadores en el terreno deportivo, empezando, desde luego, con el futbol soccer, tenis profesional, natación y clavados, además de futbol americano, beisbol, carreras a campo traviesa y atletismo. En fin, todo lo que los periodistas hemos hecho a través del tiempo, en esta apasionante y emotiva actividad.
EN EL DIARIO de la Tarde, periódico en el que estuvimos casi 25 años de nuestro camino en la información, se hizo un proyecto de trabajo para cubrir todo el campeonato de futbol en 1970 y sin saber quiénes serían los reporteros que nuestro director, Don Raúl Puga, enviaría a cada una de las sedes, en forma sorpresiva, “me dieron la orden de cubrir” la sede de Guadalajara.
AHÍ LLEGARON los equipos de Brasil, Inglaterra, Rumania y Checoslovaquia. Pero lo más importante para el autor de Palíndromo fue el encuentro con muchos compañeros periodistas que, igual que a nosotros, sus jefes en las redacciones los enviaron a cubrir esa sede de la Novena Copa Mundial de Futbol.
ENCONTRAMOS A algunos compañeros que ya se adelantaron en el camino de la vida, como Jaime Reyes Estrada y Antonio Garza Morales, de Novedades. Tuvimos oportunidad de conocer a varios periodistas que iniciaban su carrera en esta actividad, entre éstos, a Joaquín López Dóriga, que fue enviado por el Heraldo de México, y otros de periódicos deportivos como el ESTO, Ovaciones, La Afición, revistas y semanarios especializados en deportes y de otros medios de comunicación, de radio y televisión y agencias de noticias.
FUERON MAS de 30 días los que estuvimos en la Perla Tapatía. En algunos periódicos decidieron cambiar a sus reporteros y a sus fotógrafos, pero, en general, los que llegamos primero nos quedamos hasta el final en la sede y llegamos a cubrir parte de la información del juego final en el Estadio Azteca donde se coronó Brasil.
EN ESTE, COMO en muchos de los eventos que nos tocó cubrir, sucedieron muchas cosas importantes. Una de ellas fue el juego de estrellas del periodismo deportivo entre México y Brasil. Naturalmente, cada equipo fue integrado por los enviados de los medios de comunicación de los países mencionados.
PERO NOSOTROS, los reporteros mexicanos, no recordamos que entre los cronistas de Brasil venían algunos exjugadores profesionales y que, además, habían jugado en campeonatos internacionales.
PERO YA ESTABAMOS en esto y nadie se rajó. El juego se realizó en la cancha de un deportivo de importante club privado de Guadalajara. Los capitanes de la selección de reporteros mexicanos fueron Jaime Reyes Estrada (a) El Manotas, y Joaquín López Dóriga; en la defensa, Manelik Quintero, José Dávila Arellano, Serafín Vázquez y otros destacados periodistas. Como portero estuvo Antonio Garza Morales.
PARA LOS periodistas mexicanos era sólo un juego y así lo tomamos. El autor de Palíndromo fue uno de los tres directores técnicos. Se jugaron los dos tiempos reglamentarios; los jugadores cumplieron como buenos deportistas.
EL RESULTADO para los nacionales fue desastroso, pues los brasileños metieron algo así como 20 goles y de parte de los mexicanos se anotaron dos o tres tantos. Pero en la Sala de Prensa, alguien cambió el orden de los números de goles y por “error”, se hicieron notas con el triunfo de México sobre Brasil. Todo era una broma, pero lo periodistas paisanos de Pelé se enojaron y reclamaron el resultado, por lo que se corrigió la información y todos contentos. Esto fue hace 40 años, allá en Guadalajara.
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