La doctora Yoaly Arana Lechuga, coordinadora de la Clínica del Sueño de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), señaló que los problemas asociados a los trastornos del sueño se han incrementado, en la población mexicana y que de un 34 por ciento de la misma que padecía este mal en 1997 en la actualidad ya es un 40 por ciento, siendo la población de entre 40 y 60 años, en su mayoría mujeres, las más susceptibles a padecerlo.
La investigadora presentó algunos resultados de un estudio realizado en 2013 con tres mil 21 pacientes que acudieron al primer nivel de servicios de salud “por la razón que sea, como un dolor de cabeza, de muelas, entre otros” y se identificó que 62.3 por ciento presentaba insomnio; de ellos 75 por ciento refirió que tenía un deterioro importante y el resto un deterioro diurno muy severo.
Dijo ello en el marco del Día Internacional del Sueño, en donde la la Clínica de Trastornos del Sueño de la UAM realzió diversas actividades. Detalló que entre los efectos de este deterioro, advirtió, es que 19 por ciento de la gente presenta deficiencia en sus actividades laborales, 63 por ciento en sus relaciones personales y 64 por ciento, además, en sus actividades recreativas.
Como consecuencia, 68 por ciento refirió tener deterioro en memoria, 36 por ciento reportó padecer ansiedad y 45 por ciento signos de depresión.
Además 17 por ciento expresó haber tenido en el último mes algún accidente laboral, 27.3 tuvieron accidentes en casa y 13.1 por ciento dijo haberse quedado dormido por lo menos una vez en el último mes mientras manejaba.
En relación con el insomnio en niños dijo que el padecimiento también ha crecido de manera importante en la población infantil, y es la de entre seis y 11 años la más problemática. En lugar de dormir entre diez y once horas, los escolares duermen menos de diez horas, mientras que los adolescentes, que debieran hacerlo entre seis y ocho horas, duermen hasta tres horas menos.
Advirtió que la principal causa por la que los niños mexicanos no están durmiendo bien se debe a un problema conductual y a la falta de imposición de límites por parte de los padres, pues la mayoría de ellos utiliza algún equipo electrónico antes de ir a la cama. En el caso del teléfono celular, por ejemplo, prácticamente 100 por ciento lo usa antes de dormir.
Guadalupe Terán Pérez, también investigadora de la Clínica de Trastornos de Sueño de la Unidad Iztapalapa, sostuvo que uno de los trastornos más frecuentes es el síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS), el cual afecta a 17 por ciento de hombres adultos y a nueve por ciento de mujeres adultas. Sin embargo, a partir de los 65 años de edad la cifra se incrementa a 50 por ciento de esa población.
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