Luego de un duro golpe de parte de Rey Misterio jr, en una función de lucha libre en Tijuana, Baja California, el Hijo del Perro Aguayo murió la madrugada de este sábado.
Ello paso en el Auditorio Municipal de Tijuana, en donde Pedro Aguayo hijo luchó por última vez, el otrora creador del concepto de los “Perros del mal”.
Este accidente ocurrió por medio de una patada de Rey Misterio jr., quien en una contienda de rutina un golpe le provocó un traumatismo cervical.
Tras ser sacado del ring por el amo del “619”, el hijo del “Can de Nochistlán” regresó al escenario y recibió unas patadas que causaron el daño; se quedó recargado en la segunda cuerda, su compañero trató de animarlo, se fue a la primera y quedó inconsciente.
Pedro Aguayo Ramírez, su nombre verdadero, trató de ser reanimado por Konan, quien nada logró; luego rodearon al gladiador algunas personas para brindarle primeros auxilios y trasladarlo a un hospital cercano, donde falleció en la madrugada.
La empresa Triple A, para la cual trabajaba, publicó en su cuenta de Twitter “La pena embarga de nuevo nuestros corazones. Descansa en paz, Hijo del Perro Aguayo”.
Mientras, el Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL), donde laboró muchos años, se unió “a la pena que embarga a la comunidad luchística por el sensible fallecimiento del Hijo del Perro Aguayo”, a lo cual igual se sumó el Hijo del Santo y otros gladiadores.
Este joven tuvo una carrera de casi 20 años como luchador profesional, debutando a la corta edad de 15 años con la empresa Triple A, luego de entrenar con su padre, el Perro Aguayo, y con Gran Cochisse.
Su llegada causó fuertes rivalidades, como la que tuvo con Picudo, ante quien se jugó la cabellera con éxito para desenmascarar a Arturo Hernández, cuadrangular donde también compitieron Rey Mysterio Jr y Juventud Guerrera.
Tuvo otras rivalidades que desencadenaron en luchas de apuestas con El Cobarde, a quien rapó en dos ocasiones, también dejó sin cabellera al Picudo e hizo lo mismo con El Texano; ganó otra máscara, la de La Pantera, en agosto de 2001.
En busca de probar nuevas cosas emigró al Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL) a mediados de 2003, empresa donde vivió memorables momentos, incluso con el “Can de Nochistlán”, con quien compartió esquina.
Fue en 2005 cuando su padre regresó del retiro para una lucha de apuestas, el 18 de marzo en “La Catedral” contra Cien Caras y Máscara Año 2000, a quienes dejaron pelones, en una de las luchas más emotivas de su carrera.
Como dueño de su empresa y de los “Perros del mal”, dejó el CMLL en 2008 y dos años después volvió a Triple A, donde se mantuvo como una de las máximas estrellas de la lucha libre en México; en 2013 dejó pelón a Cibernético.
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