México debido a su gran riqueza en cuanto a biodiversidad se encuentra ubicado entre los 10 países megadiversos del orbe, listado donde ocupa la posición número cinco de acuerdo con el Centro de Monitoreo de la Conservación del Ambiente, programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Lo cual obliga a México a preservar su medio ambiente, ecosistemas y a las especies que los integran. Para hacerlo, la labor del sector académico es de suma importancia; en ese contexto, cobra gran relevancia labores que realizan organismos como es la Sociedad Científica Mexicana de Ecología (SCME).
Miguel Martínez Ramos, presidente de la Sociedad, indicó que la SCME fue fundada en 2005 con el propósito de aglutinar o agrupar a los científicos, estudiantes y profesionales interesados en la ciencia de la ecología, que a la fecha suman más de mil investigadores, profesores, estudiantes y profesionales.
Estos investigadores se reúnen de forma bianual en el Congreso Mexicano de Ecología en donde se analizan los hallazgos más recientes de la ecología como ciencia. Asimismo, se llevan a cabo simposios que abordan temas específicos, sesiones de presentaciones orales y de carteles, talleres, mesas redondas, presentaciones de libros, cafés científicos (pláticas entre académicos y público en general) y excursiones a campo, sobre todo con investigadores que quieren exhibir aspectos importantes de sus investigaciones in situ, en los lugares cercanos a las sedes del Congreso.
La Sociedad cuenta con un consejo directivo que es renovado cada dos años mediante la votación de los miembros activos, es decir, aquellos que mantienen su membresía de forma regular. Este consejo es integrado por cinco académicos: un presidente, un vicepresidente, dos secretarios y un tesorero.
Sobre la realidad actual del medio ambiente nacional, indicó que es un reto que estamos abordando día con día con las actividades que promueve la SCME. Entre las acciones realizadas es la publicación de un artículo que será sometido a una revista internacional con el fin de difundir lo logrado en México en el contexto internacional, en campos que van desde la ecología molecular hasta aquellos que se encuentran en la intersección de la ecología con las dimensiones humanas, tales como el cambio global y la sustentabilidad y resiliencia de sistemas socioecológicos.
Un segundo esfuerzo de síntesis será la publicación de entre doce y quince artículos que darán cuenta de dichos avances pero de una manera más detallada y que se espera formen un suplemento especial en una revista científica mexicana.
Un tercer producto que se está implementando en el portal electrónico de la SCME es una plataforma que incorpore los artículos, capítulos de libros, libros y otros documentos que se desarrollen en torno a la ecología, ello con el objetivo de que estén disponibles para el público en general y al mismo tiempo sirvan como material de consulta para investigadores y estudiantes.
Recordó que la ecología es una ciencia que está vinculada íntimamente con nuestra vida diaria ya que muchos elementos físicos, químicos y biológicos que ballena mexico hacen posible la existencia de los seres humanos surgen en el contexto de los ecosistemas.
Todos los alimentos, muchos productos que usamos para vestir, para construir y otros como medicinas, el oxígeno que respiramos, el agua que bebemos y la calidad del suelo en que cultivamos, son resultado de los distintos fenómenos que ocurren en los ecosistemas, en la interacción que se da entre los microorganismos, las plantas y los animales y entre estos y su medio ambiente físico y químico.
En el caso de México, al tratarse de un país megadiverso, es fundamental contar con la información que los ecólogos generan para saber qué ecosistemas tenemos en nuestro territorio, cómo funcionan, cuál es su fragilidad ante alteraciones naturales y las generadas por nuestras propias actividades, y utilizar ese conocimiento para tomar decisiones sobre el manejo de los ecosistemas, sus recursos y servicios que sean racionales (no degradantes) sobre el entorno natural.
Debemos utilizar toda la información que aporta la investigación en ecología para generar políticas públicas congruentes con las propiedades naturales de los ecosistemas, para no sobrepasar sus límites de resistencia y recuperación al ser impactados por algún uso humano, para entender cómo tomar decisiones para conservar y restaurar los ecosistemas.
Lamentó que hay pocos campos de la ciencia en México que son tan reconocidos a nivel internacional como es el caso de la ecología. Por ejemplo, la astrofísica tiene un muy buen nivel global, pero la ecología también puede estar entre las primeras cinco grandes áreas de investigación en el país.
Los investigadores mexicanos realmente tienen una contribución y reconocimiento importantes. Se puede decir que existe una escuela ecológica de México, sobre todo en temas de ecología de bosques tropicales, ecología de las poblaciones, ecología de las comunidades y de ecosistemas; en términos relativos, estamos entre los primeros niveles de producción científica en América Latina.
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