En 1984 se diagnosticó el primer caso de Sida en mujeres mexicanas. Desde 1983, y hasta el 30 de septiembre del 2014, existe un registro acumulado de 223 mil 995 personas que se han infectado por el VIH o desarrollado el sida. Hoy en día, el 80.2 por ciento de los casos corresponden a hombres y el 19.8 por ciento a mujeres, lo que significa una proporción de 4 casos en hombres por cada mujer.
Al respecto, la doctora Patricia Volkow Fernández, especialista en VIH y vocera de la campaña “Yo soy Abigail”, explicó que “las cinco entidades con mayor proporción de casos de VIH y Sida en mujeres son Chiapas, Guerrero, Veracruz, Oaxaca y Tabasco con al menos una tercera parte de los casos reportados en mujeres. Por edades, el 5.1 por ciento ocurrieron en mujeres menores de 15 años de edad; el 37.0 por ciento en jóvenes de 15-29 años; el 57.5 por ciento en mujeres adultas de 30 y más años; y en el 0.4 por ciento se desconoce la edad”.
Indicó que las condiciones estructurales de desigualdad social propician una mayor vulnerabilidad en las mujeres, la cual es de tipo biológico, epidemiológico, social y cultural. A nivel biológico, se ha comprobado que en las relaciones heterosexuales la mujer es de dos a cuatro veces más vulnerable a la infección por el VIH que el hombre.
Según estimaciones conjuntas realizadas por Onusida-Censida, a finales del 2013 existían 170 mil adultos de 15 y más años de edad viviendo con VIH y sida, de las cuales 36,000 (es decir, el 21 por ciento) eran mujeres. Esto significa que una de cada cinco adultos infectados es mujer.
Dicha proporción ha crecido de manera sostenida en los últimos años, ya que en 1990 las mujeres representaban únicamente el 13 por ciento de las infecciones. En el año 2013, 2 mil mujeres adquirieron el VIH en México, lo que representa el 22 por ciento de las nuevas infecciones. Es por ello que el número de mujeres adultas que viven con VIH se ha incrementado más de seis veces, al crecer de 6 mil a 37 mil mujeres durante el periodo 1990-2013.
Frente a esta realidad, la campaña “Yo soy Abigail”, que encabeza el Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH y el sida (Censida) con el apoyo de AbbVie Farmacéuticos desde el 1º de diciembre de 2014, propuso una estrategia de prevención más amplia, que trabaje por la salud de las mujeres de manera integral.
La atención de la salud reproductiva para la mujer debe basarse en cuatro pilares fundamentales: la prevención del VIH en mujeres, la prevención de embarazos no deseados, garantizar una maternidad saludable y, finalmente, prevenir la transmisión vertical del VIH y sífilis.
Detalló que “Yo soy Abigail es una campaña de sensibilización centrada en sumar esfuerzos para abordar los desafíos únicos que enfrentan las mujeres que viven con VIH. Este movimiento pretende ayudar a romper las barreras de concientización y mejorar la atención, a fin de que las mujeres que adquirieron VIH sean empoderadas a través de la conformación de una comunidad cohesiva que abogue por sus propias necesidades, a través de la mejora del diálogo entre ellas y su entorno (profesionales de la salud, familiares y sociedad en general)”.
Comentarios Cerrados