El Centro Civil Mexicano de Silvicultura Sustentable (CCMSS), dio a conocer que con la pasada firma del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (también conocido por sus siglas en inglés como TPP o en español como ATP) ha despertado protestas en distintos países por los importantes cambios que se espera traiga a sus economías (en este tratado internacional está inmerso México).
Para el CCMSS uno de los aspectos más importantes de este Acuerdo es la poca información pública sobre su negociación y la poca claridad que existe de sus posibles consecuencias para el medio ambiente, los recursos naturales, los sectores económicos y los habitantes de los doce países firmantes (Brunéi, Chile, Nueva Zelanda, Singapur, Australia, Canadá, Estados Unidos, Japón, Malasia, México, Perú, y Vietnam).
En México, muchos de los tomadores de decisiones parten de la hipótesis de que la migración campo-ciudad y el cambio a una economía basada en la maquila y la transformación industrial de materias primas generará el desarrollo del país y el mejoramiento de las condiciones de vida de la población al brindar oportunidades de trabajo a miles de personas. Sin embargo, esto no necesariamente es lo que ha sucedido en México con el TLCAN ni necesariamente será el resultado de largo plazo derivado del ATP.
Este organismo civil detalló que algunos de estos riesgos son: Introducción de especies exóticas y enfermedades forestales: con el incremento comercial con nuevas regiones las instituciones no siempre están preparadas para evitar el ingreso de especies exóticas o enfermedades forestales que se convierten en plagas y producen fuertes impactos en los bosques y la biodiversidad.
Incremento en tala de especies protegidas: China es un gran consumidor de maderas tropicales y a pesar de que no es firmante del ATP por ahora, no resultaría extraño que se utilizaran empresas en los países firmantes para comercializar más fácilmente madera ilegal hacia ese país. En los últimos años la tala ilegal de maderas tropicales para su envío a China se ha incrementado y no existe capacidad institucional suficiente en el gobierno federal ni en los estatales para detener estas presiones.xiii
Cambio de uso de suelo para expansión de la agroindustria y ganadería extensiva: la ampliación de mercados que traen los acuerdos de comercio internacional normalmente producen presión para la apertura de tierras para la agroindustria que se reposiciona para la exportación de productos como aceite de palma, soya, aguacate y otros cultivos.xi
El CCMSS ha difundido información y estudios sobre los problemas que enfrentan la silvicultura comunitaria y la conservación activa de los bosques por las comunidades campesinas de México debido a la apertura comercial a partir del TLCAN y el abandono del sector forestal nacional durante años.
Al abandono se ha añadido el establecimiento de una regulación excesiva hacia los productores forestales nacionales, el hostigamiento continuo de las autoridades federales en algunas regiones (Profepa en especial) y la disminución de incentivos fiscales que han provocado no solo el abultado déficit comercial forestal sino también un círculo vicioso que está provocando el debilitamiento de muchas iniciativas comunitarias de manejo forestal.
El ingreso de nuestro país al ATP seguramente traerá consigo nuevos cambios en las políticas y programas federales hacia el campo que buscarán aprovechar los nuevos mercados a través del impulso de proyectos agroindustriales, sin embargo esto no debería ser en detrimento de los productores campesinos. Frente a los cambios que se avecinan, es necesario voltear a ver a las regiones rurales y los territorios forestales del país con ojos renovados e inteligencia política, no solo con una mirada de rentabilidad financiera que no evalúa los costos sociales y ambientales.
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