En la víspera de que se cumplan tres años de la toma de protesta de Miguel Ángel Mancera como jefe de gobierno del Distrito Federal, vecinos de la zona Poniente de la Ciudad hicieron una denuncia sobre esta primera mitad de su mandato y consideramos que ha abandonado la gestión del desarrollo urbano dejando que los ciudadanos seamos rehenes de las prácticas corruptas de muchas inmobiliarias y funcionarios coludidos con ellas.
En 2012, Miguel Ángel Mancera prometió guardar y hacer guardar las leyes y se comprometió a administrar una ciudad en la que diariamente conviven más de 13 millones de personas. Sin embargo, para los vecinos de la capital, estos tres años han sido una muestra de la prevalencia de los intereses particulares y del “amiguismo” sobre la planeación, el bien común y los intereses de la ciudadanía. Una actuación dominada por el desorden urbano, el caos y la corrupción en los cambios de uso de suelo arbitrarios en el Distrito Federal.
Todo esto frente a la inacción de las autoridades que permiten ilegalidades urbanas a lo largo y ancho de nuestra Ciudad; un incumplimiento sistemático de la Ley de Desarrollo Urbano que beneficia los intereses particulares de unos pocos y agrava los problemas de congestión vehicular, contaminación, deficiencia en los servicios públicos e inseguridad que afectan al Distrito Federal.
No sólo no se está generando un debate abierto y en profundidad para impulsar los cambios estructurales que requiere la Ciudad, sino que se está apostando por un modelo excluyente que considera la opinión de los vecinos como no vinculatoria. Ejemplos de esta realidad son muchos: desde las obras del deprimido de Mixcoac al mal llamado Corredor Cultural Chapultepec, pasando por los recientes deslaves en Santa Fe, la cuestionable remodelación de la avenida Presidente Masaryk, así como los cambios ilegales de uso de suelo en Reforma Social, Lomas de Chapultepec, Constituyentes y otras zonas del poniente de la Ciudad.
Por esta razón, como parte de la sociedad civil seguimos evidenciando el desorden urbano, la corrupción y la impunidad en los cambios de uso de suelo que imperan en el Distrito Federal. Denunciamos la falta de mecanismos para promover un verdadero proceso de consulta, información y participación ciudadanos en la construcción de la Ciudad que queremos. Acusamos a los actuales gobernantes de D.F. de usar un lenguaje engañoso para “vender” como saturación a lo que ellos llaman densificación, como destrucción de la identidad de las colonias a lo que ellos llaman modernización y como congestionamiento vehicular a lo que llaman obras viales.
Ante este panorama, un grupo de vecinos realizará la marcha ciudadana #AsiNo que se llevará a cabo este sábado 5 de diciembre para protestar en contra del caos urbano, los cambios de uso de suelo arbitrarios y la corrupción inmobiliaria en la Ciudad de México.
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