Ante el apagón analógico que se registro en la Ciudad de México, tanto la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) como la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) se quedaron impávidos y sin reales alternativas en relación a la instalación de los centros de acopio apropiados para manejar las millones de televisiones -junto con sus respectivos residuos tóxicos- que comenzarán a ser desechadas.
De acuerdo con cifras oficiales, en el Distrito Federal existen cerca de 2.5 millones de televisiones análogas que podrían ser desechadas sin que los capitalinos tengan alguna opción para poder deshacerse de ellas de manera adecuada. Según el sitio creado por la SCT, www.depositatutele.gob.mx no existe una sola opción en el DF para poder llevar las televisiones, de hecho, aunque el apagón se concretará en dos semanas, solo en 16 de las 32 entidades federativas hay centros de acopio. Lo cual contraviene la campaña publicitaria de SEMARNAT, que queda en ello, en sólo anuncios publicitarios y sin tener una alternativa en la realidad.
“Es indispensable que el gobierno mexicano brinde opciones para que el apagón analógico no se convierta en una catástrofe ambiental”, aseguró el coordinador del programa de Tóxicos de Greenpeace México, Robin Perkins.
Detalló que muchas televisiones análogas contienen metales pesados como plomo y mercurio y otros químicos tóxicos como retardantes de flama (posibles disruptores hormonales) que una vez desechados en rellenos sanitarios o tiraderos no controlados, reaccionan con la basura orgánica y generan lixiviados que al entrar en contacto con el agua y la tierra y pueden tener impactos en la salud de las personas y en el medio ambiente.
Las citadas sustancias pueden causar daños al sistema nervioso, hígado y provocar padecimientos como cáncer u osteoporosis. La intoxicación por plomo se da por inhalación o ingestión; una vez dentro del organismo se bioacumula y provoca distintas reacciones como irritación en la piel, ojos y vías respiratorias. Además penetra en órganos vitales como el hígado, riñones y pulmones.
Añadió que “la situación en el Distrito Federal se replicará en el resto del país ante las omisiones del gobierno federal. Es indispensable tomar medidas y una de ellas es que México clasifique los residuos electrónicos como ‘desperdicio tóxico’ mediante una reforma a la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos”, añadió Perkins. Además, dijo, “es momento también de que la industria que fabrica todos estos desechos comience a hacerse responsable también, las corporaciones no deben desentenderse de sus productos. Son corresponsables del daño que le pueden causar al medio ambiente”.
Algunas alternativas amigables con el medio ambiente en el marco del apagón son:
- Comprar un convertidor de señal análoga a digital, tienen un costo de 500 a 700 pesos, así se puede recibir la señal digital sin necesidad de desechar la televisión vieja.
- Las televisiones que cuentan con un sistema de paga como cable o satelital reciben ya la señal digital por lo que no necesitan ningún convertidor.
3.- Si ya se cuenta con televisiones digitales necesarias, Greenpeace recomienda donar las sobrantes a alguna escuela, tele-secundaria, primaria, biblioteca o cualquier otra institución social que las requiera.
- Preguntar directamente al fabricante de televisión si tiene algún programa de recuperación de residuos y si pueden recibir el equipo viejo.
- Exigir a la SCT y Semarnat que organicen un Programa de Gestión Integral que permita el adecuado manejo de residuos electrónicos
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