En la lucha contra la pobreza no partimos de cero, afirma el mandatario mexicano.
Exhortó a sus homólogos a buscar un desarrollo regional más equitativo, incluyente y sustentable.
Durante la Cuarta Cumbre de la Comunidad de los Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) que tiene como objetivo enfrentar dos de las crisis sociales más graves en el mundo, la pobreza y la desigualdad, el presidente de México Enrique Peña Nieto afirmó que aunque los resultados han sido insuficientes »la región no parte de cero”.
Refirió el profundo desequilibrio de distribución de riqueza que existe en la región al destacar que 20 por ciento de la población mejor remunerada concentra 54 por ciento de los ingresos, mientras 20 por ciento de los habitantes de menores recursos sólo recibe 4 por ciento de los ingresos.
El mandatario mexicano se integró a los trabajos de la Celac en Ecuador y tuvo encuentros bilaterales con los presidentes de Guatemala, Jimmy Morales, de Panamá, Juan Carlos Varela, y de Costa Rica, Luis Guillermo Solís.
En su intervención, dio a conocer ejemplos sobre cómo el gobierno mexicano busca elevar la calidad de vida a través de la puesta en práctica de políticas como la Cruzada Nacional contra el Hambre. Así mismo, destacó que con el Plan de Acción 2016, las 33 naciones de la región podrán lograr un desarrollo más equitativo, incluyente y sustentable, mediante el intercambio de conocimientos, tecnologías y mejores prácticas de gobierno.
Los países de la Celac se integrarán al comité de verificación del cumplimiento de los acuerdos de paz en Colombia aprobado por la ONU. Al mismo tiempo, los mandatarios de la región acordaron una reunión urgente de sus ministros de Salud para hacer frente a la epidemia de zika. El número de casos en El Salvador y en Brasil se definieron como «complicados».
En la Cuarta Cumbre de Celac se formalizó el compromiso de llevar una posición regional a la reunión de la ONU de abril próximo sobre drogas. El presidente Correa dijo en la apertura que la Celac debe remplazar a la OEA porque «no tenemos por qué discutir nuestros problemas en Washington».
Finalmente, el presidente de México expresó a sus colegas del continente: »Ante nuestras diferencias, diálogo. Ante nuestros retos, concertación».
Fuente: La Jornada
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