Otro ejemplo del daño indirecto que causa el aprovechamiento de una especie sobre su ecosistema es el de la pesca del camarón. Los camarones pasan la mayor parte de su vida adulta en el fondo marino, por lo que para sacarlos es necesario emplear redes que barren el fondo, conocidas como “redes de arrastre”. El problema es que este tipo de aprovechamiento también afecta a las especies que comparten el hábitat de los camarones: al barrer el fondo marino, las redes también lastiman a esponjas, corales y gusanos marinos, llegando incluso a atrapar a tortugas marinas. Podrán imaginarse el daño a la biodiversidad marina nacional si te decimos que tan sólo en el año 2000 en el Océano Pacífico, las redes camaroneras barrieron una superficie marina equivalente a dos veces el estado de Chihuahua.
Fuente: Semarnat. ¿Y el medio ambiente? Problemas en México y el mundo. Semarnat. México. 2008
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