En una carta dirigida la opinión pública, la organización ambientalista Greenpeace informó que considera que la visita del Papa Francisco a México es una oportunidad para reactivar el debate público sobre los grandes desafíos que enfrentamos: violencia, migración y crisis de derechos humanos, incluyendo el medio ambiente, y sobre todo encontrar soluciones que nos ayuden a resolverlos de fondo.
Los encargados de administrar este país deben atender el llamado de un líder de opinión a nivel internacional como el Papa para atender las problemáticas sociales y ambientales de manera integral. La Encíclica papal publicada el año pasado, LAUDATO SI, dice que no existen dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socio-ambiental.
Greenpeace comparte la opinión del Papa sobre el medio ambiente como un bien común, patrimonio de la humanidad y responsabilidad de todos. Esperamos que este mensaje sea repetido en su visita a México como un llamado de atención para proteger nuestros recursos naturales y evitar que se repita el dramatismo de lo ocurrido en Tajamar, donde se devastaron 57 hectáreas de manglar para la construcción de un desarrollo inmobiliario.
La organización ambientalista se moviliza, con el apoyo de millones de personas, para defender los ecosistemas de proyectos que buscan devastarlos; impulsar la agricultura ecológica, libre de transgénicos, y que protege a los productores locales; promover las energías renovables como solución al problema del cambio climático; eliminar el uso de tóxicos que envenenan los cuerpos de agua y colaborar en la construcción de ciudades más habitables para las personas.
El Papa Francisco nos recuerda a todos -desde los individuos a los líderes mundiales- la obligación moral que tenemos para hacer frente a la injusticia social y al cambio climático, llamado que esperamos se asuma por el gobierno mexicano para que junto con los ciudadanos construyamos un país más verde, justo y en paz.
Comentarios Cerrados