El Instituto Internacional de Recursos Renovables A.C. (IRRI-México) ratificó su alianza con la W.K. Kellogg Foundation, acción que permitirá a Sistema Biobolsa y a ConcentrArte A.C. continuar con el programa de biogás en Yucatán en pro del desarrollo de las comunidades mayas de Yucatán, durante dos años más.
La iniciativa, que inició en 2013 y fondeada por la W.K. Kellogg Foundation, promueve entre las comunidades indígenas mayas el manejo adecuado de los desechos orgánicos a través de la instalación de sistemas de biodigestión en los que se transforman desechos animales en energía renovable como biogás y biofertilizante.
Con este anuncio, durante los dos siguientes años Sistema Biobolsa tendrá la capacidad de instalar 120 sistemas e implementar el primer sistema de acopio y recolección de biol en la zona para hacer llegar el fertilizante orgánico a micro productores mayas de 64 comunidades del estado, que podrán utilizar en el cultivo de maíz, calabaza, chile habanero y otros cultivos endémicos de la región.
Alex Eaton, co-fundador y CEO de Sistema Biobolsa, comentó que “el manejo apropiado de desechos orgánicos es clave para el mejoramiento de la salud de las familias, debido a que el uso de los biodigestores reduce significativamente la proliferación de malos olores, insectos y, sobre todo, la diseminación de enfermedades que atacan a todos los miembros de la casa, pero sobre todo a los niños”.
Cabe mencionar que la instalación de esta innovadora tecnología está acompañada de un completo programa de educación para la sostenibilidad llamado “El Dragón del Nuevo Fuego”, que se enfoca en sensibilizar -a través de arte y con una metodología holística- a las familias usuarias sobre los beneficios a la salud, pero también en los beneficios económicos y ambientales de los biodigestores; tales como el ahorro en la compra de combustibles y fertilizantes agroquímicos, la nutrición y remediación de suelos para cultivos, la protección de cuencas y la disminución en la emisión de gases efecto invernadero.
Al cierre de 2015, se instalaron 260 biodigestores en las casas de familias mayas con alto grado de marginación de 22 municipios, beneficiando directamente a más 1560 personas, pero principalmente a mujeres y niños, al desplazar leña como principal fuente de combustible; mejorando la calidad de aire dentro de las casas y disminuyendo afecciones respiratorias.
Al respecto, Basilia Noh, usuaria del sistema, comenta que “mi estufa de biogás es mejor y se cocina más rápido que con la leña, mi casa ya no tiene humo, me enfermo menos que antes, pues tengo 12 años que me diagnosticaron asma porque cocinaba con leña”.
Además, las comunidades se beneficiaron al obtener un método para el tratamiento de los desechos, ya que sólo 28% de los usuarios utilizaban la excreta como abono, lo que representaba una fuente de contaminación.
Durante los tres años que lleva el programa en la región maya, se han dejado de emitir 738 toneladas de gases de efecto Invernadero a la atmósfera, lo que equivale a 1,215 viajes entre Cancún y Tijuana.
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