De acuerdo a Andrea González, Business Strategist de Big Foot, las nuevas tecnologías, desde hace ya unos años, han desplazado en parte al “Cuarto Poder” y las grandes cadenas de noticias que han perdido su hegemonía y han sido “canibalizados” por estos canales alternos de comunicación.
Declaró que el proceso de digitalización ha puesto en jaque a medios impresos y cadenas informativas, y en este festín, algunos han optado por escoger un nicho (como aquéllos especializados en arte o diseño) e incluso volverse objetos del deseo, pero la fidelidad y compra constante del lector o espectador pende de un hilo: el consumidor joven (millennial o generación Z) opta por medios digitales, móviles y servicios on-demand, por ejemplo; incluso Bi Intelligence asegura que si hoy en día, 40% del consumo mediático y de contenido es digital, en 2030 será en un 80 por ciento.
La democratización de estos medios y la posibilidad personal de ser emisor y no únicamente receptor, fragmenta aún más el mensaje: cada día leemos menos, sin embargo, se consume mayor contenido a través de imágenes y videos.
Aunado a ello, quienes antes eran únicamente emisores o comercializadores (como Netflix, Amazon o Spotify) se convierten en productores, descentralizando el poder mediático en la industria.
Pero, preguntó; qué pasa cuando no se entienden claramente las reglas del juego, acaso se ha hablado mucho sobre el lanzamiento de Blim y algunas de sus deficiencias contra la oferta de OTT . La propuesta digital de la mayor empresa mediática de México, que es Televisa no ha logrado encontrar el hilo negro, si bien, su modelo de negocio intenta subirse a las tendencias de crecimiento, su estrategia se encuentra limitada por la nostalgia; por seguir extrayendo el valor de las decisiones del pasado.
La apuesta de Televisa debe enfocarse en la vanguardia y no en un significado cortoplacista.; ya que los medios están y seguirán mutando. La nueva industria tendrá que enfrentarse a los movimientos bruscos de esta revolución y reinventar sus modelos de comunicación. Tal y como lo han hecho los voceros actuales (viners o standuperos), quienes están tomando el papel de las “nuevas celebridades”, dominando así, el nuevo ecosistema: líquido, fugaz y fragmentado.
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