El pasado sábado 19 de marzo, La Hora del Planeta recorrió el globo, convocando a millones de personas que iluminaron al mundo con una acción climática: apagar la luz como un llamado frente al cambio climático, actividad que se llevó a cabo en 178 países.
Esta iniciativa de WWF fue celebrada en 7 continentes y a bordo de la Estación Espacial Internacional y que fue replicada en más de 400 monumentos emblemáticos del planeta apagaron sus luces, incluyendo el Cristo Redentor de Río de Janeiro, el Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México, el Palacio de la Moneda en Santiago de Chile, la Torre Eiffel en París, el Empire State Building de Nueva York, el Taipéi 101 en Taiwán, y la Casa de la Ópera de Sídney.
Siddarth Das, director Ejecutivo de La Hora del Planeta Global, declaró que “las últimas 24 horas nos han demostrado una vez más el impacto que podemos tener cuando nos unimos por una causa. Cada luz apagada representa un llamado a encender nuestro poder colectivo y ser la primera línea de defensa para nuestro planeta mientras enfrentamos el cambio climático”.
La Hora del Planeta 2016 alertó sobre la urgencia de luchar contra el cambio climático y hacer realidad el Acuerdo de París firmado en diciembre para evitar un calentamiento global que exceda los 2ºC. Con esta edición se cumplen diez años desde que WWF lanzara esta iniciativa mundial.
Este evento sirvió para el lanzamiento de diversas iniciativas individuales en algunos países como fue en las Islas Galápagos, donde se impulso la prohibición de bolsas plásticas tipo “camiseta” y envases desechables de poliestireno; en Ecuador se difundió el uso moderado de productos locales y realizar una alianza con restaurantes y el sector turístico.
En Singapur se promovió la iniciativa de “plantar un bosque” en Sumatra, Indonesia, el cual perdió 2 millones de hectáreas de bosque a causa de la quema entre septiembre y octubre del 2015. En Tanzania se convocó a la gente para instalar una bomba de agua que funciona con energía solar, para una escuela primaria.
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