El Departamento de Biotecnología de la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ) de la Universidad Autónoma de Coahuila (Uadec) en la zona norte del país desarrolla un proyecto de producción de biodiesel a partir de biomasa algal, generada durante el proceso de tratamiento de aguas residuales.
Durante el tratamiento de aguas residuales, cuando se utilizan microalgas, se produce biomasa algal. Esta biomasa algal es cosechada al final del proceso y sometida a una técnica de centrifugación–extracción para su posterior procesamiento para la producción de biodiesel”, explicó el doctor José Antonio Rodríguez de la Garza, profesor investigador del Departamento de Biotecnología de la FCQ de la Uadec.
Rodríguez de la Garza indicó que “de hecho, la idea del aprovechamiento de la biomasa algal para la producción de biodiesel no es nueva, aquí la innovación recae en el hecho de tratar de utilizar un residual y resolver un par de problemas: tratar aguas residuales y aprovechar la biomasa algal para la producción de biocombustible”.
Según información técnica del proyecto, la biomasa de las microalgas oleosas cultivadas en el sistema de tratamiento es utilizada para la producción de biodiesel como biocombustible. Dentro de los materiales utilizados se encuentran: cepa microalgal (Chlorella vulgaris), fotobiorreactores, agua residual de origen doméstico, dióxido de carbono (CO2); mientras que en el tanque utilizado en el proceso se emplea un equipo de extracción de lípidos y un equipo de cromatografía para cuantificación de biodiesel.
De acuerdo con el investigador, la producción de biocombustibles de tercera generación, a partir de microalgas, presenta numerosas ventajas comparada con aquella de primera generación, que eran biocombustibles producidos a partir de materias primas destinadas a la alimentación, y los de segunda generación que requieren emplear tierra que podría utilizarse para la producción de alimentos. Los biocombustibles de tercera generación no utilizan materias primas ni tierras tan extensas destinadas a la alimentación humana.
Sobre el cultivo de las microalgas en el proyecto, el doctor Rodríguez de la Garza detalló que “se busca poder tomar lo mejor de ambos tipos de sistemas de cultivo de microalgas. El bajo costo del sistema abierto y el mejor control de parámetro y contaminación del sistema cerrado”.
Respecto al futuro del proyecto, Rodríguez de la Garza señaló que “el siguiente paso de este proyecto es madurar la tecnología para que tenga un aplicación a escala industrial. Lo que se debe reducir son los costos de producción de biodiesel a partir de esta biomasa, poder optimizar el proceso de producción de biomasa y el reto de la recolección y extracción de lípidos a gran escala de la biomasa algal”.
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