Los pronunciamientos aterrorizan a la sociedad. El primero, de trascendencia nacional e internacional es del Diario de ciudad Juárez, que ante la violencia sangrienta en esa urbe, con el florecimiento de las bandas del crimen organizado imponiendo la “ley de la selva”, suplantando las instituciones y los gobiernos constitucionales y ante la agresión armada contra personal del Diario; en 2008 fue asesinado el reportero Armando Rodríguez, a la fecha sin aclarar judicialmente. Y ahora, el ataque armado contra dos fotógrafos, uno herido y otro fue muerto, Luis Carlos Santiago, quien tenía 2 semanas de trabajar en el periódico. Bajo ese terrorífico escenario, donde se encadenan crímenes masivos, la directiva del Diario publicó un editorial titulando ¿Qué quieren de nosotros? La interrogación se finca en su exposición de que el crimen organizado, bandas, imperan y someten bajo el terror a Juárez. Critican la ineficacia del operativo gubernamental de Felipe Calderón y del gobierno estatal. Y piden a los jefes del crimen tregua.
Extremos tremendos: aterrorizan
El suceso es consternante. Es una acción asumida bajo el extremo terror de violencia sangrienta. Y parece que se decide pactar con las bandas y someterse. Es al preguntar qué quieren. Es bajo el extremo del terrorismo. Por lo tanto, parece que también emocionalmente están bajo el extremo tremendo de la depresión. Su crítica al gobierno de Calderón, al gobierno de Reyes Baeza, es justificado por la incapacidad. Entendiendo la condición emocional en que actúan, no se aprueba que como opinión pública, que asumen, públicamente desconozcan instituciones y gobierno; en acto de sometimiento. Su desesperación se muestra al publicar una falsa entrevista con César Nava, presidente nacional del PAN, de que propone al Presidente pactar con la delincuencia. Los directivos del Diario se dicen engañados por un sujeto que telefónicamente se hizo pasar por el panista. Están enfermos del terror.
El vocero presidencial de seguridad pública, Alejandro Poiré, espetó “No cabe, en modo alguno, por parte de ningún actor el pactar, promover una tregua o negociar con los criminales”. Es la voz de Estado y de gobierno. No puede ser distinta. Pero el Presidente Calderón debe admitir el fracaso de sus Fuerzas Armadas, de la PGR y la Secretaría de Seguridad Pública, con sus titulares, general Guillermo Galván, almirante Francisco Saynez y Genaro García Luna. El caso del Diario, como la matanza de los 72 migrantes, en Tamaulipas, rebasan las fronteras y muestran un país de barbarie. Internamente los mexicanos viven con miedo. Y Reyes Baeza, ya se va, un ineficiente gobierno priísta, igual de Tamaulipas y de Nuevo León. Eso que pregonó el jefe de Gobierno del D.F., Marcelo Ebrard, de que vendrá otro sismo, al recordar el de 1985 agregó pavor. Científicamente, aun, son impredecibles los sismos. No echen más leña al fuego. No manchen, dicen los jóvenes.
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