Se informó que los sistemas de detección de fugas de helio ayudan a los fabricantes de transmisiones a mejorar la calidad y reducir el costo de producción de las nuevas transmisiones automáticas para mejorar el consumo de combustible.
Al respecto, Kuka Assembly and Test Corporation, ha desarrollado sistemas de detección de fugas que son más rápidos y confiables que las pruebas de aire tradicionales. Estos sistemas utilizan detectores de fugas de helio Inficon para inspeccionar transmisiones avanzadas, como las nuevas transmisiones automáticas de aluminio de 9 y 10 velocidades.
Steve Kurzava, Técnico Especialista en Kuka, comentó que “históricamente la mayoría de las fugas son detectadas durante o después de la etapa final de ensamblado. Los sistemas Kuka, equipados con detectores Inficon, pueden ser usados para detectar fugas en seguida del moldeado original, reduciendo costos gracias a la eliminación temprana de piezas defectuosas en el proceso de producción”.
Los procesos automatizados de detección de fugas utilizan accesorios y herramentales específicos para cada pieza, lo que permite mover automáticamente la transmisión de una estación de maquinado a otra. La transmisión es introducida en una cámara de vacío a la que se le inyecta helio, y conectada a un detector de fugas. El helio que se filtre a través de cualquier grieta, pequeño agujero o cualquier otro conducto, podrá ser detectado y cuantificado rápidamente por el detector de fugas.
Por su parte, Thomas Parker, Gerente de Ventas Automotriz, de Inficon Norteamérica, dijo que “los detectores de fugas de helio son mucho más precisos para identificar fugas por porosidad que las pruebas de aire o bajo el agua. Las piezas de aluminio fundido, por ejemplo, pueden tener en un área de 1 pulgada de diámetro, hasta 1 trillón de agujeros por los que el helio puede filtrarse. Este tipo de porosidad nunca sería detectada por pruebas de aire o bajo agua.”
El ejecutivo añade que los puntos de fuga no necesariamente se ven como grietas o agujeros perfectamente circulares. Pueden parecer un sistema microscópico de cuevas, grietas y huecos en el metal. Las pruebas de aire a presión, realmente pueden tomar días para detectar este tipo de fugas. Por el otro lado, la detección de fugas de helio toma solo segundos, en total, el tiempo de prueba parte por parte, tarda aproximadamente de 30 a 40 segundos.
Explicó que teniendo un material con potencialmente trillones de agujeros por pulgada cuadrada, el helio o gas trazador es el único método que el fabricante podría usar para encontrar una fuga. Las pruebas de caída de presión y de flujo de masa simplemente no detectará la porosidad creada por millones de diminutas fugas de tamaño casi molecular. Carcasas más livianas y de paredes más delgadas también pueden ocasionar problemas de porosidad.
De acuerdo con las empresas Kuka, la detección de fugas de helio es superior a otros métodos tradicionales en un sin número de maneras. Comparado con el helio, las pruebas de aire pueden ser significativamente afectadas por cambios en la temperatura, causados por componentes fríos o calientes. Además de tomar más tiempo cuando se trata de componentes de mayor tamaño.
Los fabricantes también podrían inspeccionar las transmisiones con helio al final de la línea de ensamble. La transmisión terminada es llenada con helio y sellada dentro de una cámara de vacío. Si existe alguna fuga, las moléculas de helio pueden ser detectadas mientras emergen desde la transmisión. El proceso está diseñado para reproducir e identificar fugas del fluido de la transmisión que pudieran ocurrir en condiciones normales de operación.
Comparado con otros detectores de fugas de helio, Parker indica que los clientes de Inficon reportan que el detector de fugas de helio LDS3000, disminuye costos debido a que brinda ciclos y limpieza más rápida así como la repetición de mejores resultados. Gracias a su sensibilidad, los detectores Inficon solo requieren una pequeña cantidad de Helio, reduciendo el costo por prueba a aproximadamente 0.09 dólares por pieza.
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