La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales indicó que los océanos son sustento de vida y de beneficios para la humanidad, ya que producen la mitad de oxígeno que los humanos respiran. Absorben el 25% del bióxido de carbono que emiten las actividades humanas, capturan el 90% del calor antropogénico que se añade al sistema global y reciben casi toda el agua del hielo que se derrite.
Otras de las virtudes de los océanos es que son fundamentales para el bienestar económico, al contribuir con entre 3 y 6 trillones de dólares por año a la economía global. El 90% del transporte de bienes globales es transportado por mar. Las pesquerías aportan a 4.3 billones de personas más del 15% de la proteína animal que consumen y las áreas costeras proveen servicios cruciales para las comunidades costeras.
Es importante destacar que estos ecosistemas están experimentando impactos estresantes significativos, ahora agravados por el incremento de las concentraciones de bióxido de carbono, lo cual está afectando seriamente a la vida marina. El carbón disuelto en el océano altera su química y ha aumentado un 30% de su acidez desde el inicio de la revolución industrial. Los océanos se están calentando, causando daño irreversible a los arrecifes de coral y otros ecosistemas y especies, tormentas más fuertes, cambios en las corrientes marinas, incluyendo una acelerada dispersión de especies nativas.
Servicios ambientales, que la SEMARNAT argumenta trabaja a su favor con base al Plan Nacional de Desarrollo y el Programa Sectorial de Medio Ambiente y Recursos Naturales 2013-2018 que contienen diversas líneas de acción enfocadas en los mares y costas de México, entre las que destacan: el impulso de una política en mares y costas que promueva oportunidades económicas, fomente la competitividad, la coordinación y enfrente los efectos del cambio climático protegiendo los bienes y servicios ambientales; la conducción de procesos de ordenamiento ecológico marino; y el diseño de proyectos de planeación regional (continental, marino y costero).
Sin embargo, el integrante del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICML) de la UNAM, Francisco Solís Marín, dijo que “la contaminación del mar nos ha llevado a un límite y desde hace años enfrentamos un momento crítico, pero ahora llegamos a un máximo”.
Señaló que a eso se suma la sobreexplotación de especies marinas, el calentamiento global y el cambio climático, que impactan en la temperatura de mares, en el suministro de nutrientes, en la composición química de sus aguas, en los vientos, las corrientes y eventos extremos como ciclones.
SEMARNAT indica que coordina iniciativas como el Proyecto del Gran Ecosistema Marino del Golfo de México apoyado con recursos del Fondo Mundial para el Medio Ambiente. Se cuenta con experiencia en el tema de políticas costeras y marinas, y con instrumentos de planeación espacial marina y costera tales como el ordenamiento ecológico marino y las áreas naturales protegidas. También participa activamente en grupos de trabajo como la Comisión Intersecretarial para el Manejo Sustentable de Mares y Costas (CIMARES) y la Comisión Nacional Coordinadora de Investigación Oceanográfica (CONACIO).
Mediante estas y otras acciones, la SEMARNAT contribuye al cumplimiento de los compromisos nacionales pero también de los internacionales como por ejemplo los Objetivos de Desarrollo Sostenible al 2030 de Naciones Unidas, que contiene metas específicas para la protección y uso sustentable de los mares y costas; las Metas de Aichi del Convenio de Diversidad Biológica que abarcan entre la reducción de presiones antropógenicas sobre ecosistemas costeros, cambio climático y acidificación de los océanos.
A lo cual el investigador, explica que el deterioro de los mares provoca la muerte de cientos, o quizá miles, de especies que nunca conoceremos. “El panorama es catastrófico y tenemos que hacer algo; no obstante, se está haciendo muy poco. Hay que invertir más, concientizar a los tomadores de decisiones, pero también a la sociedad. Se requiere mucho esfuerzo, dinero y conciencia. Tenemos que darnos cuenta de que lo que hagamos de forma individual cuenta. En cada uno de nosotros está la solución. El efecto hormiga es lo mejor”.
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