Desde hace muchos años se ha informado que los cereales son una buena fuente de vitaminas, algunos minerales y carbohidratos. Ahora, diversos estudios señalan que los cereales enteros, es decir, con su cascarilla, tiene beneficios que se redoblan, porque han demostrado que tienen el potencial de prevenir desde la obesidad y la diabetes hasta diferentes cánceres, como el colorrectal.
La cascarilla o salvado es la parte más superficial del grano, pero tiene un protagonismo indiscutible: mejora la digestión, forma el medio ambiente de la flora intestinal, que nos protege de infecciones y otras enfermedades; modula la entrada de la glucosa –un azúcar en que se convierten los carbos durante la digestión- en el torrente sanguíneo; de allí sus propiedades antidiabéticas y antiobesidad.
También proporciona sensación de saciedad a la hora de comer, por lo que comemos menos.
No sólo eso, diferentes estudios e investigaciones científicas han mostrado que puede prevenir el cáncer colorrectal, la diabetes y la enfermedad cardiaca.
Para incluir más granos integrales en tu dieta diaria, la Clínica Mayo ofreció una serie de recomendaciones:
Consume cereales de desayuno que sean altos en fibra; tratan de escoger los que tengan por lo menos 3 gramos de fibra dietética por porción.
Sustituye el pan blanco por pan integral, y los cubiletes hechos con harina integral en lugar de pastelillos dulces.
Trata de añadir nuevos granos a tu dieta, como arroz integral, arroz silvestre, amaranto y cebada.
Agrega cebada, arroz integral o arroz silvestre a sopas, estofados o ensaladas.
Agrega arroz integral o miga de pan integral a carnes molidas para dar mayor cuerpo a las preparaciones.
Pon a tostar los granos integrales que usarás para darles un sabor a nuez a tus preparaciones.
Cabe mencionar que en México se tienen diversos granos en gran forma como son el amaranto, el maíz y las semillas como la chía para comer más fibra, un elemento crucial para mantener la salud.
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