La política
México se incrustó en el proceso electoral presidencial de los Estados Unidos. Antes los mexicanos aspirantes a la silla presidencial viajaban al vecino país, a encuentros con líderes del poder económico y del poder político. En busca de apoyo. Hoy se invirtieron las líneas. El Presidente mexicano Enrique Peña Nieto, invitó a los dos candidatos presidenciales; a Hilary Clintón, del Partido Demócrata; a Donald Trump, del Partido Republicano. Trump dijo ¡Zas. Va. Para luego es tarde”. Al avión, a México. Al encuentro con el encuentro con Peña Nieto, en México. Hilary se quedó deshojando la margarita.
Donald es racista. Es pendenciero. El centro de su campaña electoral, es contra los inmigrantes, contra los mexicanos. Amaga con expulsar a 11 millones. El Presidente actual, Barak Obama, no es brabucón; pero tiene cifra record de expulsión de inmigrantes. El suceso es un hito en la historia. Lo que logró Peña Nieto. Pero “Los perros ladran”, diría Sancho Panza a don Quijote. Reaccionaron en jauría. Como Alejandro González Iñarritu. Habla como Trump. Rabiosamente infama al Presidente de México. Parce competencia sobre quien logra el peor descalificativo contra Peña Nieto.
Vamos por partes. Y descargando las pasiones. Trump es el candidato del Partido Republicano. Partido que ha ganado la Presidencia con algunos personajes, como Richard Nixón, Ronald Reagan, los George Bush, con el padre se firmó el Tratado de Libre Comercio. Trump es candidato por absoluta mayoría. Adelantó a los demócratas y a Hillary. Actualmente el Congreso es de mayoría republicana. Enrique Peña Nieto advierte que es un riesgo para México. Y decidió encararlo No cruzarse de brazos . Y recalcó que como Presidente tiene que proteger a los mexicanos, donde quiera que estén. El mundo se asombró. Un candidato a la presidencia de Estados Unidos, de la nación más importante del mundo, Donald Trump, cortó su campaña y viajó a México, aun encuentro con el mandatario mexicano.¡ México eres grande¡ Enrique Peña Nieto es un líder. Es estadista. El diálogo no es confrontación. Un reconocimiento del periódico Mi Ambiente.
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