Luis Enrique Velasco
Para la gente pobre que no se expresa con palabras domingueras, pero que acudió en cientos de miles al majestuoso Palacio de Bellas Artes, para despedir las cenizas de Juan Gabriel, su ídolo: «Ya le está cantando a Dios». Para otros, el divo de Juárez canta con todos aquellos que se le adelantaron en el camino, como Lola Beltrán y José Alfredo Jiménez.
Muchas de las más de 700 mil personas que se calcula entraron al Palacio de mármol, tuvieron que soportar las inclemencias del tiempo y hasta 7 horas de hacer cola para ver la urna que contenía las cenizas de su ídolo al que admiraron y amaron en vida, pero que ahora de muerto, lo sufren, lo lloran, le rinden culto, homenaje y los despiden, sintiendo un inmenso dolor y el alma desolada.
Esa manifestación de vítores, porras, interpretaciones de sus canciones, dolor, llanto, admiración y amor hacia el cantautor es único, jamás visto en la capital mexicana, por lo que se dice que supera con mucho al número de personas que asistieron para despedirse de Diego Rivera y su esposa Frida, de María Félix y Mario Moreno.
Ahora, los fans mexicanos y de otras naciones de Juan Gabriel, lo recodarán constantemente escuchando sus composiciones y su canto que por cierto abundan, pues fue muy activo, por lo que dejó muchas grabaciones.
Asimismo hay que citar que en el vestíbulo del palacio de mármol se realizaron diversas guardias de honor e interpretaciones musicales por parte de mariachis que acompañaron a Juan Gabriel a lo largo de su carrera, así como artistas como Fernando de la Mora, Aída Cuevas, el Coro de Bellas Artes y la Orquesta Sinfónica del Estado de México.
En la explanada del palacio se colocó un gran escenario donde artistas invitados le rindieron homenaje, todo ello también se pudo apreciar en pantallas gigantes a lo largo de la Alameda Central, Avenida Juárez y en la calle de Ángela Peralta. Se calcula que unas 400,000 personas vieron el homenaje a través de las pantallas.
Al artista se le despidió con un espectáculo artístico impresionante, una verdadera fiesta que disfrutaron los miles de fans de Juan Gabriel, quien siempre dijo que no lo lloraran, sino que lo cantaran.
JUAN GABRIEL OCUPA UN LUGAR ESPECIAL
El homenaje a Juan Gabriel, por parte de sus seguidores, nos habla de una identidad profunda, nos habla de México. Porque la cultura es comunidad. En ella se forman y de ella brotan valores, tradiciones, costumbres, memoria histórica, destacó el titular de la Secretaría de Cultura, Rafael Tovar y de Teresa.
Además, la cultura nos da continuidad y significado, identidad y patrimonio. La cultura nos da vida porque en sus raíces está la eterna lucha contra la muerte. Orgulloso de su patria, se convirtió también con sus canciones en referencia.
También reconoció que Juan Gabriel fue un creador cultural que hermanó a los mexicanos. Fue un artista que recreó un país musical que se llama México. Sus canciones conjugan sentimientos y valores que nos caracterizan. Juan Gabriel fue siempre un continuador fiel de nuestra tradición musical.
Juan Gabriel, al igual que muchos compositores del pasado, hizo del canto una expresión colectiva con la que asume y asimila la vida, con sus dolores y sus alegrías. Él le cantó al amor filial, a la pasión amorosa, al desgarramiento, a la ausencia, a la fiesta y, sobre todo, a México. Ahora, el artista ocupa un lugar especial en el corazón, la historia y la cultura de México.
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