Existe la teoría de que debido a los cambios solares que resultan en cuatro estaciones del año, el ser humano presenta diferentes “actitudes” o emociones. Además, esta teoría va de la mano con una creencia ancestral china sobre el elemento que representa a cada estación:
• Invierno: miedo. Elemento: Agua = salado = riñones = miedo (dirección: norte)
• Primavera: rabia y agresividad. Elemento: Madera= verde = amargo = ira (dirección: este)
• Verano: alegría. Elemento: fuego = rojo = corazón = alegría (dirección: sur)
• Otoño: tristeza. Elemento: Metal = blanco = pulmones = melancolía (dirección: oeste)
Y por si fuera poco, las teorías que relacionan el ciclo lunar con las emociones presentan la misma relación. Claro, esto plantea un escenario pero no quiere decir que ya esté determinado como nos tenemos que sentir, solamente a que somos más propensos.
Con estas teorías muchos se preguntaron si las emociones son algo general / universal. Darwin encontró que si bien cada uno puede experimentar de diferente manera estas sensaciones en efecto existen rasgos físicos comunes:
Dependiendo de la forma de la boca se expresan situaciones diferentes; labios cerrados indican emoción reprimida, abierta mostrando dientes es rabia; boca entrecerrada cuando hay tristeza y para momentos sorpresa la boca está abierta.
Los ojos también indican diferentes estados; una persona melancólica y triste ve hacia abajo, aquella con miedo mira constantemente de manera lateral, y cuando hay mirada atenta es por situaciones de alegría o interés.
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