Con base al uso de diversos avances científicos y biotecnológicos en algunas entidades mexicanas se están creando bancos de superpeces para el sector acuícola; especímenes que brindan mayores ventajas en las cruces de genes, en su descendencia, en mejor carne y más aptos para enfrentar enfermedades y todo ello redunde en que este sector tan esencial en la economía de los centros de cultivo de peces fuera de las aguas tradicionales (ríos, mares, bordos, estanques, etc,) en donde se realiza la pesca.
Entre algunos de los trabajos a mencionar está el caso del mejoramiento genético de la Tilapia que se realiza en el estado de Tabasco, ello por parte de la empresa Acuacultura Planeada que desde 2010 es pionera en la producción comercial de alevines de tilapia masculinizada sustentada en un programa de innovación biotecnológica para el mejoramiento genético de esta especie.
Lo cual se basa en conformar un nuevo linaje de Tilapia Acuaplan Salobre para ambientes marinos típicos de las granjas; con el mejoramiento y selección genética para obtener peces con mayor crecimiento y ganancia de peso en ambientes no tradicionales para la tilapia.
Especímenes que deben tener aumento de resistencia a enfermedades presentadas por la tilapia. En proceso de selección para la conformación del núcleo satélite es la pauta para alcanzar los objetivos tecnológicos planteados. De lo anterior se desprende que las actividades a desarrollar son necesarias para la consecución de los objetivos del proyecto.
Lo cual presenta diversos beneficios; en el aspecto ambiental es obtener una línea mejorada de pez tolerante a un ambiente de alta salinidad y mayor aprovechamiento del alimento en las condiciones que enfrente y esto permitirá el ahorro de 50 mil toneladas de sardina para crear harina de pescado.
En el aspecto científico se capacitaron a científicos, productores y técnicos en procesos de mejoramiento animal. De acuerdo a esta empresa se tienen disponibles 40 mil reproductores genéticamente mejorados para los centros de alevinaje en las zonas costeras del país. Estimando que esta especie mejora un alza mínima del 10% anual las tasas de crecimiento específico.
Mientras que el impacto económico es ante los problemas de las granjas camaroneras en México, el tener este linaje de tilapia puede ser una gran alternativa de producción de estos sitios y evitar así el quiebre de estas empresas, lo cual redundará el ahorros de insumos como alza en producción de peces y que podría subir las ganancias a nivel nacional en 10 millones de dólares conservando más de 5 mil empleos en las granjas acuícolas.
Con este programa genético tiene apoyo del Instituto Tecnológico Superior de los Ríos y la Universidad Tecnologica del Usumacinta y cuenta con una alternativa para el suministro de pie de cría de alta calidad, a un precio más bajo y sin exigir el pago de regalías. En México es la primera empresa nacional en ofrecer este tipo de productos con calidad probada en campo.
Esta empresa fue el primer centro de reproducción y engorda de mojarra tilapia en el sureste del país. Desde entonces, la empresa es líder en este tipo de creación de alevines masculinizados de tilapia y ya labora en especies nativas como castarrica y tenguayaca. Desde 2011 concreto el proyecto de obtención del linaje Acuaplan-Subtropical, con asistencia del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Por otra parte, se puede mencionar el caso del uso de la biotecnología para la recuperación del pez blanco, ello por medio del uso de técnicas de biotecnología, bajo la tutela de investigadores del Centro Regional de Investigación Pesquera (CRIP), perteneciente al Instituto Nacional de Pesca (Inapesca), que buscan propiciar la recuperación del pescado blanco (Chirostoma estor), una especie emblemática del lago de Pátzcuaro, ubicado en el estado de Michoacán.
Cabe mencionar que este pez ha sido base importante en pesquerías artesanales del lago de Pátzcuaro. Además, por sus características y valor nutricional es una especie de alta demanda en el mercado de los productos pesqueros.
De acuerdo con información del Inapesca, los factores que han conducido a una reducción notable de su población es la extracción intensiva de la especie y las diferentes actividades antropogénicas, las cuales contribuyen al deterioro de su hábitat natural. Ante este panorama, investigadores de ese instituto trabajaron por varios años en la generación de tecnología para el cultivo del pescado blanco fuera de su hábitat natural.
Actualmente, los especialistas del CRIP aplican técnicas de biotecnología para su cultivo en estanques rústicos. Este acto permitirá que pueda desarrollarse en zonas geográficas diferentes a la de su lugar de origen, propiciará su supervivencia y la recuperación de los niveles de producción.
Al respecto, Margarita Hernández Martínez, investigadora del Inapesca y maestra en Sistemas y Recursos Acuáticos, detalló la tecnología aplicada partió de conocer las características biológicas del pescado blanco y sus requerimientos ecológicos ha permitido el desarrollo de una tecnología para su cultivo.
Añadió que actualmente, el laboratorio de acuicultura del centro domina el ciclo de vida cerrado del pescado blanco, por lo que ya no depende de organismos silvestres para la producción de crías. También cuenta con un lote de reproductores certificado genéticamente como Chirostoma estor, tanto en sistemas de recirculación cerrada como en estanquería exterior, en tanques de geomembrana y de concreto.
Recordó que desde el año 2010, personal del laboratorio de acuicultura inició diversas pruebas de crecimiento en granjas acuícolas del estado de Michoacán, localizadas a altitudes que van desde los 500 a los mil 300 metros sobre el nivel del mar, con la premisa de que en estos lugares predomina una temperatura ambiental cercana a los 23 grados Celsius, lo que contribuye a un mejor desarrollo de los peces en términos de peso y talla, reduciéndose los tiempos de cultivo en comparación con los obtenidos a temperaturas menores que se presentan en la región de Pátzcuaro.
Durante estos últimos cuatro años se han evaluado engordas en estanques rústicos y de concreto. Al abundar la presencia de zooplancton en estanques rústicos, aportan los nutrientes que pudieran estar ausentes en las dietas inertes comerciales utilizadas.
Mencionó que el CRIP ya cuenta con mil 500 reproductores de pescado blanco. Una vez que el pez se haya reproducido, y se destinan principalmente a la investigación del centro, para la obtención de crías de calidad, incrementar la tasa de crecimiento, mejoramiento de reproductores y estudios de rentabilidad, principalmente.
Aclaró que la principal diferencia es la no afectación a las poblaciones naturales del lago, al no depender de la captura de reproductores silvestres. Otra diferencia es que al evitar la presencia de depredadores y factores ambientales nocivos, incrementa sus probabilidades de supervivencia. Por otro lado, la cría cultivada en laboratorio, al contar con alimento suficiente y no requerir mayor gasto energético para la captura de presas, tiene un crecimiento más rápido.
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