El presidente de la COPARMEX-CDMX, Jesús Padilla Zenteno cuestionó el aumento de precios en el consumo eléctrico y señaló que reformas como la energética, que en apariencia traería amplios beneficios para el país y los bolsillos de los mexicanos, en realidad está perjudicando la economía de los sectores productivo y social.
Padilla Zenteno consideró que el aumento de los precios en los combustibles, como los recientes gasolinazos o de energía eléctrica, es un lastre para las empresas y no generan un buen entorno para los negocios, lo que reduce la posibilidad de atraer nuevos inversores y estanca la economía nacional.
Contrario a las promesas gubernamentales de reducir los precios de los combustibles, entre ellos las tarifas eléctricas como lo hizo el presidente Enrique Peña Nieto hace tres años cuando presentó la iniciativa, Jesús Padilla recordó que a partir del mes de julio de este año, el de hoy es el quinto incremento recetado a los mexicanos, y son los sectores industrial y comercial los más perjudicados.
Aquella ocasión, el 12 de agosto de 2013, el presidente de México expresó que «se crearán cientos de miles de nuevos empleos y con mejores salarios; si llevamos a cabo esta reforma bajará el precio de la luz y del gas; igualmente bajará el precio de los fertilizantes y en consecuencia, nuestro campo producirá más, habrá más alimentos y con mejores precios».
Sin embargo, empresas del Estado como Pemex han tenido despidos masivos en cifras cercanas a los 40 mil trabajadores y se han dejado de cubrir las vacantes dejadas por los jubilados y pensionados. Algo parecido ocurre en la Comisión Federal de Electricidad.
Con el aumento entre 5.6 y 7.2% que tendrá la tarifa industrial, sumarán un ascenso de entre 25 y 30% en comparación con el precio reportado en noviembre del año pasado; mientras que el sector comercial tendrá un incremento de entre 3.3 y 5%, lo que suma un alza acumulada de entre 17% y 23%.
Estos costos se reflejan en los precios de los productos y los servicios que se ofertan, indicó el empresario y consideró poco viable que el aparato productivo del país pueda soportar esta constante elevación de precios sin que ello golpeé la economía de los consumidores. Se requiere impulsar los principios de la economía de mercado con responsabilidad social.
Finalmente, cuestionó la alta permisividad hacia el sector informal en el robo de energía eléctrica y destacó que tan sólo en el Valle de México la Comisión Federal de Electricidad ha reconocido pérdidas económicas anuales cercanas a los 14 mil millones de pesos, lo que equivale al 31% de la producción de energía eléctrica que se va a través de los diablitos.
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