El Tratado de Libre Comercio, con Estados <unidos y México, sorprendió al mundo. Aún estaba la Unión Soviética, pendía sobre el cuello de la URSS la Perestroyka. Y saltó a la plaza comercial mundial, Carlos Salinas, Presidente de México. Y les dijo a dos potencias mundiales del comercio. “hagamos un tratado comercial”, el más importante y el más clientes, (cuidadanos), del mundo. Y surgió el TLC.
Sobre este tratado pueden escribirse docenas de cuartillas. Pero voy a escribir solo de algunos de sus efectos. Hubo mexicanos inconformes, opositores a tal negociación. Los de la famosa izquierda. Hicieron marchas, como les encanta y acostumbran.
El Presidente de México se adelantó. Por la intromisión de personajes como Ronald Reagan, mandatario estadounidense, de Margaret Thatcher, Primer Ministra de Inglaterra, de Karol Wojtyla, De George Soros, capitalista, y otros más, confabulados con Mijail Gorbachov y otros rusos, desmontaron la URSS. Y gobiernos europeos pensaron en la probabilidad de tratos comerciales, el mandatario mexicano, bajito y peloncito, ya había dado el paso. Se anunció el TLC.
Hay muchas historias que dan sustento al gran golpe político y comercial. En el libro de memorias de Salinas de Gortari, cita que le dijo al Presidente George Bush, del partido Republicano, que le palentoos y parece que entremos a la reforma Migratoria. Y Bush “sí, también entramos a la reforma Petrolera. Y el mexicano recogió su propuesta respondiendo “eso no se puede”. Ya, desde entonces, se habla de la reforma Migratoria de EEUU ¿Cuándo se va hacer? Nunca.
“El agitador nefasto”, Donald Trump, en su campaña electoral para ser Presidente de Estados Unidos, puso en la mesa una cadena de protestas contra México, con adjetivos virulentos. Pregonó que se abrirá el Tratado de Libre Comercio. Denunció que solo ha beneficiado a México, país al que se han ido los inversionistas, como las industrias automotrices. Han dejado de invertir en EEUU y lo hacen en México, crear empleos para mexicanos, no para estadounidenses.
Ahora en México se defiende al TLC. Porque Ha sido muy fructífero. Lo mismo será en el trato de Peña Nieto y Donald. Esa reunión en México, en la casa presidencial de Los Pino provocó furia. Se desató una campaña despiadada contra Enrique. Lo acusaron de todo, lo que no ha ocurrido. Llegaron a extremos como el intelectual, Héctor Aguilar Camín, talentoso y ponderado, perdió los estribos, así como él, todo el país, como si fueran votantes, en favor de Hillary
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