Frente a la dramática disminución de los recursos naturales, se hace un llamado para que los gobiernos presentes en la Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), la COP13 estén preparados para instrumentar urgentemente sus compromisos colectivos en favor de la conservación de la biodiversidad mundial y aumentar drásticamente sus ambiciones individuales.
Ya que está reunión se realiza en un momento en el que las naciones están camino a incumplir las metas de biodiversidad convenidas internacionalmente para finales de esta década.
Cabe recordar que en 2010, 196 países acordaron llevar a cabo esfuerzos para mejorar la condición de los principales ecosistemas, incluyendo agua dulce, bosques, océanos y desiertos, así como apoyar la conservación de la vida silvestre. Se detalló que solo el 5% de las naciones presentes en la COP13 están en camino de cumplir con los objetivos del Convenio -conocidos como las Metas de Aichi.
«Los países se están quedando cortos para cumplir las Metas de Aichi», dijo Deon Nel, Director Global de Conservación de WWF Internacional. «El mundo tiene un acuerdo y un plan colectivo sobre cómo revertir la pérdida de la biodiversidad, pero ello aún no se ha traducido en el nivel de ambición y compromiso que se requiere de cada país».
Está organización denunció que la ambición por proteger la naturaleza sigue siendo muy baja y, en el marco de la planeación económica nacional, la conservación de la biodiversidad sigue considerándose un asunto marginal. En su mayoría, los países explotan al medio ambiente para satisfacer retos económicos de corto plazo, al tiempo que erosionan su potencial en el largo plazo para proveer alimentos, dar empleo y lograr un desarrollo sustentable para sus habitantes.
El Informe Planeta Vivo de WWF proyecta que para el año 2020, el mismo año en que se vencen las Metas de Aichi, las poblaciones silvestres podrían disminuir en dos tercios con relación a sus niveles de 1970. También subraya la promesa de acuerdos internacionales como el CDB para conservar la biodiversidad y a los humanos, cuyo bienestar depende de la naturaleza.
«En menos de una generación habremos reducido la vida silvestre de la Tierra a niveles inimaginables, sin mencionar los daños causados a los bosques, océanos y ríos. No podemos revertir estas tendencias en cuatro años, pero tenemos que venir a Cancún con el objetivo de mover la tendencia en una dirección diferente», agregó Nel.
Por ello, hizo un llamado para que los gobiernos en la reunión de Cancún requieren encontrar vías para instrumentar más efectivamente el acuerdo global para proteger la biodiversidad. Se requieren mayores esfuerzos para incluir a la biodiversidad en decisiones estratégicas de agricultura, pesca, bosques y turismo. La importancia de la naturaleza también debería integrarse de manera más sólida en los planes nacionales de desarrollo, en la política económica y en los presupuestos nacionales, para que el valor real de la biodiversidad pueda ser comprendido adecuadamente.
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