En el marco de la COP 13, se entregó el reconocimiento a la Conservación de la Naturaleza, a la organización VIDAS A.C., que desde 2009 ha desarrollado el Programa de Monitoreo Poblacional y Reproductivo de la guacamaya verde, especie en peligro de extinción, debido a la devastación de sus hábitats naturales y la cacería ilegal.
El proyecto se desarrolla en la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán (RBTC), en el estado de Oaxaca, en el sureste mexicano; que es considerada una zona prioritaria para la conservación de especies selaváticas.
La implementación del modelo de desarrollo comunitario, conjunta acciones tanto de reservación de la guacamaya verde, así como promueve la creación de estrategias que impulsen la organización, fortalecimiento y el bienestar de los habitantes de las comunidades indígenas.
Gladys Reyes Macedo, Presidenta de VIDAS A.C., declaró que «uno de los resultados que más nos enorgullece es que la comunidad destinó 2,000 hectáreas de su territorio, para la conservación del sitio de reproducción de la guacamaya verde a partir de su Ordenamiento Territorial Comunitario».
En entrevista con Mi Ambiente, indicó que la gran característica de este proyecto, es eso la visión comunitaria de desarrollo social con la preservación de esta especie, tan emblemática y que, indicó en los últimos años ha crecido en un 30% de individuos en esta región del sureste.
Aunque, dicho crecimiento sigue siendo bajo con un monitoreo de poco más de 120 ejemplares que se han observado en esta zona. De ahí, que hiciera un llamado a que México no sólo se la pase firmando acuerdos de cuidado ambiental, sino que invierta en ellos, pues de otra manera no servirá de mucho el tener este tipo de proyectos que en buena parte reciben apoyos de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) como de Áreas Naturales Protegidas (CONANP).
Ahondó que en Oaxaca, el principal reto que enfrenta la guacamaya no es el tráfico ilegal, sino la caza furtiva, de esta especie como de animales de mayor tamaño. Por ello, la comunidad ha establecido diversos grupos de vigilancia y monitoreo para su salvaguarda. Sin olvidar que también tienen proyectos de desarrollo humano como es el vivero comunitario, las ecotecnias, cultivos de hongos y de lombricomposta.
Indicó que la crisis que enfrentará el sector federal, les conlleva a ampliar el bagaje de financiamiento que al momento tienen de la Fundación Harp Helu, y del gobierno estatal, que lamentó que haya informado que en 2017 para el medio ambiente sólo destinará 11 millones de pesos, pero en campaña de publicidad de la figura del Gobernador serán 290 millones de pesos. Espera que este premio recibido les abra las puertas de conocimiento de su trabajo como de financiamiento de otras fuentes privadas o públicas.
Indicó que un paso que ha futuro se quiere dar es contar con un monitoreo satelital de las guacamayas y saber más de sus costumbres; ya que en estos dos pasados años, sin que ello represente una cuestión cíclica, pero ha bajado su presencia en los bosques, y se estima que el Cambio Climático les ha llevado a modificar sus fechas de migración.
El modelo premiado cuenta con evidencia que demuestra no solo un aumento en la población de la guacamaya verde, sino también un mejor manejo de los recursos naturales de la región, mismo que ha permitido mejorar la calidad de vida de los habitantes de esta Área Natural Protegida.
Se informó que las líneas de trabajo que han mostrado avances son:
Mediante la línea de trabajo «Conservación y pago por servicios ambientales por protección a la biodiversidad en San Pedro Jocotipac, Oaxaca» se ha logrado que la guacamaya verde dejara de ser solo un ave más del monte, a convertirse en la especie que ha traído beneficios económicos y trabajo a su comunidad de origen, por lo que los habitantes de la región se han comprometido a trabajar para su conservación.
En el eje de acción Protección del hábitat de la guacamaya verde: se basa en la integración y equipamiento de un comité que ha sido capacitado en temas de legislación ambiental y ejecuta recorridos de vigilancia para evitar actos ilícitos en contra de la guacamaya y su hábitat; además incluye la construcción de ecotecnias; por ejemplo, con las estufas ahorradoras de leña disminuye la cantidad de leña utilizada como combustible en los fogones, lo que permite reducir la deforestación, que junto al tráfico ilegal, es una de las principales amenazas para esta ave.
También se busca la Restauración del hábitat degradado, con el que se desarrollan obras de conservación y restauración de suelos erosionados, apertura de brechas corta fuego para evitar incendios forestales y producción de plantas nativas en vivero comunitario para la reforestación de sitios degradados; este componenteha generado múltiples empleos temporales para los habitantes de la comunidad.
Capacitación y fortalecimiento organizativo local, mismo que se fundamenta en la generación de ingresos mediante el desarrollo de capacidades técnicas locales en distintos temas, como son la transformación y envasado de frutos locales (mermeladas y conservas) y producción de hongos seta.
La directiva de esta organización, expuso que «nos sentimos profundamente orgullosos de recibir este importante reconocimiento, que será clave para continuar impulsando la labor que realizamos para la conservación de la guacamaya verde y otras especies de flora y fauna con las comunidades de la región, buscando que más personas se interesen en colaborar con nosotros en pro de la protección de la biodiversidad al promover el buen manejo de los recursos naturales».
EN RIESGO DE QUITAR LA VEDA DE CAPTURA DE PERICOS
Por su parte, diversas organizaciones ambientalistas afirmaron que la veda del 2008 ha funcionado para disminuir el tráfico ilegal de pericos y guacamayas. Actualmente la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010 establece que existen 11 especies de pericos y guacamayas consideradas como en peligro de extinción, otras 6 como amenazadas y otras 4 como de protección especial.
Sin embargo, el Partido Verde, uno de los creadores de esta veda, hoy cambiando dicha política está analizando cambiar dichos parámetros legales, lo cual puede hacer que el comercio ilegal de estas aves, regrese a cifras alarmantes, al hablarse de liberar especies de la veda, comercio de biodiversidad, entre otros temas que se analizan transformar, ello bajo el pretexto de comercio a la baja que presentan estas aves.
Cabe recordar que en el 2007, el Partido Verde presentó una iniciativa de ley ante la Cámara de Diputados para reformar la Ley General de Vida Silvestre y prohibir la captura y comercialización de todas las especies de pericos y guacamayas mexicanos para protegerlos del tráfico ilegal que se estimaba hasta en 78,500 pericos anualmente.
Pero a ocho años de que inició la veda de pericos, se puede afirmar que está funcionando. A través del análisis de los aseguramientos de pericos y guacamayas, se ve una clara disminución en los mismos después de la veda en comparación con el mismo número de años antes de la veda. Siete años antes de la veda (2002-2008) la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) aseguró un total de 7182 pericos, mientras que siete años después (2009-2015) aseguró solamente 6236 pericos.
La disminución del tráfico de pericos es mayor si se considera que el esfuerzo de inspección por parte de la PROFEPA aumento varias veces después de la veda. Incluso, en el 2011 y 2012, la PROFEPA llevó a cabo los operativos de inspección nacionales más grandes y extensos en todo el país, en los que participó el mayor número de inspectores y autoridades de seguridad (PGR, Marina, Ejercito, policías estatales y municipales, entre otras) en la historia de la PROFEPA. El número de inspectores de PROFEPA junto con agentes de otras instituciones fue creciendo operativo a operativo hasta llegar a 1812 inspectores y agentes en el operativo de octubre del 2011, siendo uno de los operativos de inspección de vida silvestre más grandes del mundo.
FORTALECEN PROGRAMA DE CONSERVACIÓN DE GUACAMAYA ROJA
En el marco de la Conferencia de la Naciones Unidas sobre Biodiversidad (COP 13), la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) y Grupo Experiencias Xcaret suscribieron un convenio para el fortalecimiento del programa de recuperación de la guacamaya roja en las selvas de México.
El acuerdo formaliza acciones de colaboración conjunta en educación ambiental, manejo de especímenes, investigación, capacitación y financiamiento, orientados a la reproducción y reintroducción de la guacamaya roja en áreas naturales susceptibles de recibirlas, lo cual permitirá ampliar los resultados obtenidos hasta ahora en la cruzada por la conservación de la especie.
Cabe mencionar que la guacamaya roja forma parte de la lista de especies en riesgo en nuestro país y figura en la lista de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
La Guacamaya roja, es una de las dos especies de guacamayas que se encuentran en México, principalmente en los estados de Tamaulipas, Veracruz, Oaxaca, Tabasco y Campeche. Tanto los pericos y guacamayas de México están seriamente amenazados de extinción, debido principalmente al tráfico ilegal para el mercado de mascotas junto con la destrucción de su hábitat natural.
En México existen 22 especies de pericos y guacamayas, de las cuales todas excepto una se encuentran oficialmente en alguna categoría de riesgo: 11 especies en peligro de extinción, 6 amenazadas y 4 bajo protección especial. En el 2010 se publicó una nueva clasificación para las especies de pericos, que aumentó el número de especies en peligro de extinción de 6 a 11.
No obstante, en poco más de 3 años la población de guacamaya roja en vida silvestre en México casi se ha duplicado, gracias al programa de reintroducción de la especie en los estados de Chiapas y Veracruz, impulsado por Grupo Experiencias Xcaret junto con especialistas de la UNAM, organizaciones de la sociedad civil, así como autoridades locales, estatales y federales.
Entre otras acciones el acuerdo permitirá identificar las áreas potenciales con la cobertura vegetal que proporcione los recursos básicos para la sobrevivencia (alimentación, percha y anidación) de las poblaciones reintroducidas. También se promoverá que los pobladores locales de las zonas donde se produzcan liberaciones, hagan suyo el cuidado del entorno y hagan de la especie un emblema de su patrimonio natural.
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