En tres de cada 10 pacientes con Trastorno Depresivo Mayor (TDM) los fármacos no les funcionan. Del grupo que no es resistente, 50% abandona los medicamentos a los tres meses (cuando el tratamiento para ser efectivo, de acuerdo a la FDA, debe ser de un año), ya sea porque sintieron mejoría o por efectos adversos. Sólo 25% lo concluye.
Para dar una respuesta a este problema en México, el Instituto de Neurociencia, Investigación y Desarrollo Emocional (INCIDE) anunció la llegada al país de la tecnología de Estimulación Magnética Transcraneal Profunda (Deep TMS, por sus siglas en inglés), que reduce el tratamiento para la depresión mayor a un mes, sin fármacos y sin efectos adversos.
La depresión es una enfermedad frecuente en todo el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS), calcula que afecta a 350 millones de personas. Esto quiere decir que cerca de 105 millones de personas son resistentes a los tratamientos con fármacos y que sólo 87 millones concluyen un tratamiento de este tipo con éxito.
El doctor Edilberto Peña de León, neuropsiquiatra y director de Investigación del INCIDE, comentó que “la Deep TMS es un gran avance para los pacientes con depresión resistente en quienes los medicamentos no han funcionado o para quienes optan por buscar una solución a su padecimiento sin el uso de fármacos”.
Ésta no es la primera solución tecnológica que se presenta para aliviar la depresión. Existe ya la estimulación magnética transcraneal superficial, que se limita a mandar impulsos eléctricos sobre la zona más superficial de la corteza cerebral, por lo que no alcanza a estimular zonas más profundas incidiendo así sobre los circuitos cerebrales afectados por la depresión.
Sin embargo se informó que la Deep TMS estimula con mayor amplitud y profundidad la corteza cerebral. Lo que le ha llevado, a ser catalogada como la técnica más avanzada dentro del campo de la neuroestimulación, avalada por más de 60 estudios clínicos y por diversos centros de prestigio internacional.
Su funcionamiento se basa en la estimulación de las neuronas propiciando impulsos eléctricos sobre estructuras especializadas fuertemente relacionadas con el sistema límbico o de recompensa (un conjunto de estructuras interconectadas responsables de generar motivación), mismo que se encuentra afectado en la depresión, dichos impulsos llegan a penetrar hasta 5 centímetros de profundidad.
Así la influencia se extiende tanto a la parte superficial (corteza prefrontal dorsolateral) como a la profunda (corteza prefrontal ventromedial). Específicamente, la bobina genera campos magnéticos capaces de penetrar en el interior del cerebro sin dañarlo, estimulando los circuitos neuronales de recompensa.
Después de cinco sesiones semanales de 20 minutos por cuatro semanas, los pacientes recuperan la calidad de vida que tenían antes de presentarse los síntomas de la enfermedad.
Esta tecnología fue aprobada por la Food and Drug Administration (FDA) en los Estados Unidos y por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) en México, para el tratamiento de diversos grados de severidad de la Depresión Mayor y otros padecimientos psiquiátricos como el Trastorno por Estrés Postraumático, la depresión bipolar, dolor crónico, síntomas en off del Parkinson o los síntomas negativos en la esquizofrenia, así como todas las entidades relacionadas con la afectación del sistema de recompensa.
Finalmente, el doctor Aldo Suárez, psiquiatra y director general de INCIDE, afirmó que Brainsway es el avance tecnológico que permitirá a los pacientes mexicanos con depresión recuperar su calidad de vida en un mes y sin efectos adversos.
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