El diputado local de la Ciudad de México (CDMX), del Partido Verde, Xavier López Adame, solicitó a través de un punto de acuerdo al gobierno de la capital mexicana y al poder legislativo local, rindan un informe detallado sobre la instalación y el número de lactarios que existen en sus instalaciones, según lo estipulado en los artículos 49 y 50 de la ley de salud del Distrito Federal.
López Adame resaltó que la reforma a la Ley de Salud de la Ciudad de México, la cual entró en vigor el pasado 22 de diciembre de 2016, ordena que deben de existir ya en los edificios tanto del gobierno capitalino como de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), el número suficiente de lactarios para las mujeres que se encuentren en estado de crianza.
Sin embargo, insistió el legislador del Verde Ecologista, hasta la fecha no se sabe cuántos lactarios han sido acondicionados en los inmuebles del gobierno de la ciudad y en los de la Asamblea Legislativa, “por lo cual de no existir los lactarios necesarios y suficientes se estaría incurriendo en una falta, pues estos deben de estar ya funcionando de manera adecuada y con todas las condiciones necesarias”, demandó el asambleísta.
Según cifras de la Secretaría de Salud de la capital, únicamente cuatro de cada 10 mujeres alimentan con leche materna a sus bebés, lo cual, según Xavier López “resulta preocupante, pues esto implica que el 60% del 100% de madres que acudieron a dichas unidades no realizan la práctica de la lactancia”.
Gran parte del problema, informó el líder ecologista, se debe a factores como la falta de lugares públicos seguros, cómodos y adecuados en donde pueda facilitárseles a las madres alimentar a sus bebés.
El Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública, determinó que de implementarse políticas públicas enfocadas en la promoción de la lactancia materna permitiría a las familias mexicanas ahorrar a nivel nacional unos 3 mil 544 millones de pesos en el consumo de fórmulas de leche.
La Organización Mundial de la Salud declaró que la lactancia materna es la forma ideal para proporcionar los nutrientes necesarios para un crecimiento y desarrollo saludable infantil, pues la leche materna contiene anticuerpos que las fórmulas de leche no poseen. Dichos anticuerpos ayudan a prevenir dos de las principales causas de mortalidad en la niñez: la diarrea y la neumonía.
Declaró que “amamantar a un bebé durante sus primeros seis meses de vida contribuye al fortalecimiento del desarrollo del sistema inmunológico, previene infecciones respiratorias y gastrointestinales, obesidad y diabetes, además de que resulta un derecho natural tanto por parte de la madre como del bebe”.
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