La cámara fotográfica es el instrumento por excelencia para capturar instantes, momentos que quedan para la posteridad y que pueden revivirse cada vez que se mira una foto. Pero en el estado de Tabasco, ubicado en el Golfo de México; hay una especie de árbol que no siempre sale en las fotografías, que es un tanto caprichoso y se toma muy en serio la frase “ahora o nunca”, pues su color rosado de sus flores solo dura unas horas.
Este es el árbol de Macuili endémico de la región florea en primavera con un rosa intenso, pero tras unas horas de haber deslumbrado con su color, las flores empiezan a des pigmentarse para inmediatamente caer al suelo y formar una bella alfombra que corona el verdor de la exuberante vegetación tabasqueña.
Es de esta manera estos arbotantes reciben la primavera. Los árboles de Macuili visten majestuosamente el paisaje y son visibles desde la carretera, dando la ilusión de encontrarse en un jardín japonés. Asimismo, llaman la atención decenas de árboles amarillos, son los Guayacanes que también florean justo en esta estación del año.
El árbol de Macuili es considerado como una de las especies sobrevivientes de la tala masiva que, en tan solo cuatro décadas acabó con el 95 por ciento de las selvas medianas y bajas de Tabasco, el Macuilis con su prodigiosa belleza se ha convertido en una de las especies tropicales más empleadas en la reforestación de las ciudades no solo por su hermosura sino también por la buena relación que guarda con el entorno urbano.
Ofelia Castillo Acosta, profesora investigadora de la División Académica de Ciencias Biológicas de la UJAT y especialista en flora tropical afirma que a diferencia de otras especies forestales salvo el Tinto, el Macuili se desarrolla regularmente en zonas bajas susceptibles a inundación, de ahí que una de sus características importantes es que son resistentes a la humedad.
Su árbol regularmente llega a medir entre 10 a 30 metros de altura y de 20 a 80 centímetros de ancho, su copa regularmente es umbelada o ligeramente redondeada; en plantas juveniles el tronco del Macuilis se ramifica en 2 ó 3 ramas principales y ascendentes, su corteza exterior es color grisácea y con fisuras verticales, sus hojas cuentan con 3 a 5 folíolos de tamaños diferentes.
Una vez que concluye su etapa de floración, empiezan aparecer sus frutos en forma de vainas cilíndricas de 20 a 40 centímetros de largo, que en un principio son verdes y posteriormente se tornan negros y dehiscentes al madurar, por lo que sus semillas son sumamente delgadas, aladas, las cuales son dispersadas por los vientos que anuncian el fin de la primavera y el inicio del verano.
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