Dos de los 63 géneros de hongos alérgenos determinados y registrados presentes en la atmósfera de la Ciudad de México (CDMX) están vinculados a padecimientos como el asma, sin embargo, aún no se determina si representan un peligro para la salud de la población, expuso Judith Castellanos Moguel, profesora-investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
La académica del Departamento de El Hombre y su Ambiente de la Unidad Xochimilco, dijo que para ello se requeriría un estudio epidemiológico per se de análisis de medida de riesgo para emitir algún tipo de alerta.
Las expresiones de alergias y episodios de asma se exacerban con los contaminantes que se respiran en el Área Metropolitana, pero se desconoce en qué cantidades suspendidas en el ambiente provocan reacciones, ya que los estudios respectivos sobre las enfermedades que generan están enfocados principalmente en dos tipos de hongos, hecho que provoca “un gran vacío en cuanto a la información”.
Hasta ahora, agregó, las investigaciones se centraron en identificar y determinar el género y papel que tienen, para después recomendar estrategias respecto de la calidad del aire.
Para alertar a la población susceptible: niños pequeños, adultos mayores y asmáticos es necesario un estudio de análisis de riesgo por concentración de partículas fúngicas suspendidas en el ambiente y cuantificar la cantidad de conidios o esporas que respira la gente.
En la actualidad está en evaluación una muestra voluntaria de adultos sanos sometida a lavados de nariz para determinar si en las fosas nasales se presentan hongos relacionados a cuadros alérgicos, cuyos resultados estarán a finales de año.
Castellanos Moguel refirió que el estudio es la continuación de una investigación realizada en 2010 por el Laboratorio de Micología de la Unidad Xochimilco de la UAM, el Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares, el Laboratorio de Ecología Microbiana y el Departamento de Genética y Biología Molecular del Cinvestav-IPN.
El propósito fue identificar los conocidos fúngicos aerotransportados en la Zona Metropolitana del Valle de México, así como determinar la distribución temporal y la relación que tienen con el Índice Metropolitano de la Calidad del Aire.
La muestra fue tomada en los alrededores de 43 estaciones del Metro en contextos diversos –natural, industrial, comercial y residencial–, durante las cuatro temporadas climáticas: primavera, verano, otoño e invierno.
El trabajo de 2010 permitió aislar 10,500 colonias fúngicas; identificar 63 géneros, de los cuales algunos cuentan con potencial alérgeno y patógeno, que pueden causar asma, alergia y micosis en piel y uñas.
La investigación reveló que una temperatura de 24°C, una humedad relativa de 25 por ciento y una velocidad del viento de 13 kilómetros por hora influyen en la dispersión de los hongos.
El estudio concluyó que los organismos que están en los alrededores de las estaciones del Metro están concentrados, lo cual es relevante para la salud pública.
Castellanos Moguel expuso que la frecuencia de géneros encontrados durante todo el año fueron: Alternaria, Cladosporium, Aureobasidium, Penicillium, así como diversas levaduras que pueden causar algún tipo de alergia.
Indicó que si bien esos organismos pueden ser contaminantes también ofrecen servicios ambientales de soporte –formación de suelos y ciclos bioquímicos– de regulación –clima, control de enfermedades– de suministro –alimentos, combustibles– y culturales –
espiritualidad y estéticos–, aunque por poseer una serie de proteínas en su superficie pueden desencadenar alergias a los seres humanos.
Los organismos detectados en el aire están vinculados a la vegetación cuya suspensión se facilita por los movimientos de los autos, el uso de aspersores, plantas tratadoras de agua y el aire acondicionado, entre otros factores asociados con la humedad.
Comentarios Cerrados