De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo más de 300 millones de personas padecen depresión; 50 millones de ellos se encuentran América, y en México, la depresión está presente en el 3.3% de la población y representa importantes pérdidas en términos de productividad. De acuerdo con el organismo, esto representa un incremento de más de 18% entre los años 2005 y 2015.
Al respecto, especialistas de la Asociación Psiquiátrica Mexicana (APM) y la farmacéutica GSK México, hicieron un llamado a resaltar la importancia del diagnóstico oportuno con el propósito de garantizar una mejor calidad de vida para los pacientes y sus familias.
En México, la depresión se presenta en el 3.3% de la población en alguna etapa de su vida, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica. En 2015, en nuestro país, se detectaron 96 mil 521 nuevos casos de depresión, de acuerdo con el Anuario de Morbilidad de la Dirección General de Epidemiología, de la Secretaría de Salud.
En ese mismo año, la Encuesta Nacional de Hogares del INEGI reveló que 28 millones 447 mil 420 mexicanos mayores de 12 años, es decir, el 29.9% de la población, respondieron que han manifestado en algún momento sentimientos de tristeza o depresión.
Lo anterior señala que una importante cantidad de personas podrían estar padeciendo síntomas de esta enfermedad y aún no han sido diagnosticados. En ese sentido, de acuerdo con datos de la APM, en México sólo el 17.7% de las personas que padecen algún trastorno mental, busca atención médica, psicológica o psiquiátrica.
La doctora Martha Ontiveros Uribe, ex Presidente y Coordinadora del área de Operación, Organización y Atención a Médicos Residentes de la Asociación Psiquiátrica Mexicana AC, aseguró que en México la depresión está presente en al menos 3.3% de la población, en alguna etapa su vida.
Afecta principalmente a las mujeres (4.5%) sobre los varones (2%) en una proporción de al menos 2 a 1. La depresión se presenta principalmente en tres etapas de la vida, los 17, 32 y 60 años, y en muchas ocasiones se ignoran las señales tempranas de este padecimiento o se confunden con estados de ánimo temporales.
“Las sensaciones continuas de tristeza, fatiga o insomnio, pérdida de interés en actividades cotidianas o que provocaban alegría, falta de apetito y pérdida de peso, nerviosismo y pensamientos negativos, son algunos de los síntomas que a veces se pasan por alto. Además, se es más vulnerable a contraer depresión si el paciente presenta diabetes u obesidad”, dijo.
En tanto, la doctora Jacqueline Cortés Morelos, Vicepresidenta de la región Centro de la APM, alertó que los casos en adolescentes están aumentando, sobre todo si los jóvenes viven en situaciones de estrés o bullying. En este sentido, el riesgo de suicidio aumenta 5 veces con respecto al adolescente que no presenta síntomas de depresión.
“Para evitar el aumento en la prevalencia de esta enfermedad, el diagnóstico oportuno se ha convertido en la mejor herramienta para contar con un tratamiento de calidad, ya que los casos de trastornos depresivos han ido en aumento, como hemos visto con estas cifras, y hoy en día debe convertirse en un tema prioritario en la agenda de salud pública, señaló.
ESTUDIO EUROPEO SOBRE LA DEPRESIÓN
Un estudio realizado por la Escuela de Londres de Economía y Ciencias Políticas (London School for Economics, LSE), reveló que la depresión tiene un impacto importante en la economía de las naciones, debido al ausentismo laboral. De acuerdo con esta investigación, la depresión cuesta a México más de 14 mil millones de dólares en pérdida de productividad.
El doctor Mario Alberto Olivares Herver, Coordinador del capítulo Ciudad de México de la APM, refirió que la depresión es un trastorno mental que puede presentarse tanto en niños como en adultos y adultos mayores, y de todos los estratos sociales.
En este sentido, la APM realizó un llamado a la población a prestar atención a las primeras señales de alerta para acudir con un especialista médico, además, es importante eliminar el estigma que existe alrededor de este padecimiento para que la familia o el mismo paciente puedan acudir a buscar ayuda de manera temprana.
DEPRESIÓN, PRIMER PROBLEMA DE DISCAPACIDAD A NIVEL MUNDIAL
En México persiste la estigmatización de las enfermedades mentales. Aquí, entre siete y nueve por ciento de la población padece trastornos de ese tipo. Si se considera que somos 119 millones 530 mil 753 personas (Encuesta Intercensal 2015, INEGI), entre ocho y 11 millones, aproximadamente, presentan alguno.
Germán Fajardo Dolci, director de la Facultad de Medicina (FM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señaló que ante la estigmatización, se debe tomar conciencia para que la sociedad sepa que estas enfermedades, entre ellas la depresión, son como cualquier otro problema de salud, “y con un ‘échale ganas’ el afectado no va a salir adelante”.
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión es la primera causa de problemas de salud y discapacidad a nivel mundial; las últimas estimaciones de este organismo indican que más de 300 millones de personas viven con este trastorno.
Se manifiesta con estados de desánimo, pérdida de interés e incapacidad de disfrutar diversas actividades, dificultades de concentración, baja autoestima, alteraciones del sueño y del apetito y, en casos extremos, ideas suicidas, advirtió.
De igual forma, la OMS señala que son pocas las naciones que invierten en salud mental, cuando los estudios muestran que por cada dólar invertido en tratamientos para la depresión y ansiedad, hay un retorno de cuatro dólares en mejor salud y habilidad para trabajar.
En promedio, sólo tres por ciento de los presupuestos de salud de los países se invierte en salud mental, variando de menos del uno por ciento en los de bajos ingresos, al cinco por ciento en los de altos ingresos.
En cuanto al tratamiento, aseguró que depende del paciente y la severidad del padecimiento, pero regularmente se echa mano de terapias, de fármacos antidepresivos, o de ambos.
En lo que se refiere al papel de la familia, es primordial su participación tanto en la parte del diagnóstico como en el seguimiento y apego al tratamiento, “sobre todo en la rehabilitación para disminuir el número de recaídas”.
Comentarios Cerrados