El Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), Alma Verde, Todos Unidos por Holbox, Manaholchi, Kanché, Consejo de Desarrollo de Holbox, Casa Wayuu, Sociedad Cooperativa de Producción Pesquera Chiquilá, Manta-Tiburón Sociedad Cooperativa, Asociación de Hoteles de Holbox, y la Oficina de Estados Unidos de la Alianza Mundial de Derecho Ambiental (ELAW US) y el Centro para la Diversidad Biológica, presentaron al Relator Especial de las Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos al Agua y el Saneamiento, Léo Heller, una alerta urgente por los bajos estándares de calidad del agua que existen actualmente en el Área Natural Protegida (ANP) de Yum Balam, dentro de la cual se ubica la Isla de Holbox.
La alerta pide al Relator que realice una investigación exhaustiva y que exhorte al gobierno mexicano a cumplir con sus obligaciones de respetar y proteger el derecho humano al agua limpia y saneamiento de las comunidades de Yum Balam y de sus visitantes.
Una de las problemáticas comunes de esta región -particularmente de la ciudad de Cancún y zonas conurbadas- es la contaminación de sus cuerpos de agua. De acuerdo con un estudio reciente llevado a cabo en esta región por el Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el asunto más grave en materia de agua en la región no es la disponibilidad de ésta, sino el alto grado de contaminación, ya que en la mayoría de los centros urbanos el agua residual continúa depositándose en fosas sépticas, lo cual facilita la infiltración de las aguas residuales en los mantos freáticos. La contaminación de los acuíferos también es una de las principales amenazas para el Sistema Arrecifal Mesoamericano, según datos de Healthy Reefs.
Específicamente en el caso de Yum Balam, la planta de tratamiento de aguas residuales de Holbox tiene capacidad suficiente para los 1500 habitantes de la zona pero es insuficiente para los más de 18,000 personas entre visitantes y población flotante. El drenaje pluvial está colapsado y el centro de transferencia no tiene capacidad suficiente para manejar las 15 toneladas de kilográmos diarios que se generan en las temporadas altas, las cuales además permanecen en la ciudad.
Quintana Roo tiene una cobertura de casi el 69% de la población estatal de servicio de recolección y tratamiento de aguas residuales[4], sin embargo, se estima que sólo se aprovecha el 70% de la infraestructura existente. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), mientras en el año 2000 la entidad contaba con 870 mil habitantes, para el 2015 este número se había incrementado a un millón 500 mil.
En lo que se refiere a la infraestructura turística, los municipios de Benito Juárez, Puerto Morelos, Solidaridad y Tulum cuentan con alrededor de 70 mil cuartos de hotel. De enero a septiembre de 2016, estos municipios recibieron poco más de 7 millones de turistas. Sin embargo, el modelo de desarrollo turístico de la región está desintegrado de las políticas públicas en materia de abasto de agua de calidad y servicios de saneamiento. Tanto a nivel estatal como municipal se carece de inversión suficiente asignada a estos objetivos, todo lo cual ha redundado en una degradación y contaminación de los cuerpos de agua, así como en deficientes servicios de saneamiento.
Sandra Moguel, directora de la oficina Sureste de CEMDA, señaló que «la salud humana depende de la salud de los ecosistemas. En este caso, no se cuenta con inversión suficiente en infraestructura de sanemiento para los habitantes del Área Natural Protegida de Yum Balam y de quienes la visitan, y los niveles de contaminación del agua en esta región ya son altos». Moguel Archila recordó que «el derecho humano al agua limpia y saneamiento es fundamental para vivir dignamente, y funge como elemento necesario para la realización de otros derechos humanos como la salud».
Eduardo Pacheco de la Asociación de Hoteles señaló que «la oferta turística de la isla de Holbox y otros sitios que se encuentran dentro del ANP de Yum Balam, dependen tanto de la belleza del paisaje, como de la riqueza de su biodiversidad, así como de los servicios básicos que ofrece, entre ellos, fundamentalmente, el agua. Si la gente comienza a dejar de visitar esta zona debido a la contaminación del agua, se verá también gravemente afectada la actividad turística con las consecuentes pérdidas económicas para quienes viven de ella», finalizó.
Por su parte Morelia Montes de Alma Verde manifestó que «las autoridades no deben excederse en permisos para nuevos negocios si antes no se tienen garantizados los servicios básicos de saneamiento para la comunidad».
Por lo anteriormente expuesto, las organizaciones pidieron al Relator de Naciones Unidas que solicite al Estado mexicano:
Garantizar el derecho humano al agua limpia y saneamiento de las comunidades de Yum Balam;
Invertir en la generación de información científica que considere los impactos al sistema hidrogeológico específico de la Península de Yucatán;
Realizar monitoreos de la calidad del agua y del funcionamiento del saneamiento en la región;
Concretar los acuerdos de colaboración y concurrencia necesarios para garantizar la infraestructura de drenaje, alcantarillado pluvial, plantas de tratamiento de aguas residuales y centros de transferencia de residuos sólidos necesarios y adecuados al crecimiento poblacional y turístico en Yum Balam; y
Requerir la presencia de las autoridades encargadas de la inspección y vigilancia en la zona, a fin de se cumpla con la aplicación de la ley.
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