Ser madre no es fácil, se trate de una mamá humana de cualquier otra especie, en general la maternidad es una tarea que requiere una fuerte inversión de energía.
En la naturaleza, además, se requiere de muchas horas y esfuerzo para conservar sanos y salvos a los cachorros. Los machos ayudan en muchos casos, pero en general, es la madre la que se ocupa de sacar adelante a las crías. Desde el nacimiento, cuando se establece ese vínculo mágico entre madre e hijo, cuando lo ayuda a ponerse de pie, hasta que en algunas especies, abandonan el hogar.
Las madres son la clave que la naturaleza escogió para que los hijos salgan adelante. Por ello, ser madre no es una tarea que los animales tomen de forma ligera; más bien todo lo contrario, en muchos casos es un comportamiento instintivo y refinado gracias a la experiencia acumulada a lo largo de millones de años, cuya finalidad es asegurar la supervivencia de los cachorros, a veces incluso poniendo en riesgo su propia vida.
Como le ocurre a la mamá pulpo, quien cuida en todo momento a sus huevecillos y no se despega de ellos, por lo cual practica la autofagia, es decir, que se comen uno de sus tentáculos para reemplazar el alimento que no pueden salir a buscar. Una vez que las crías eclosionan de los huevos generalmente las madres mueren por el desgaste de haberlos cuidado o bien, se ponen como carnada ante posibles depredadores que ronden la salida del sitio donde eclosionan sus crías.
Humanos y animales tienen más en común de lo que parece a simple vista, ya que el ser humano no es ajeno a estos instintos, pero además posee un conjunto conocimientos que se transmite de generación a generación y van ligados a la cultura y forma de vida. Sea como sea, en humanos y animales, el instinto maternal transforma el cerebro y la vida de quien se convierte en madre.
Especies como las leonas, elefantes, tigres y muchas más que viven de forma silvestre cuidan a sus cachorros durante varios años para enseñarles todo lo que necesitan para sobrevivir. Pero la ignorancia y crueldad de los humanos separa a los bebés de sus madres para comercializarlos, sin tomar en cuenta el daño que hacen, no sólo a los ecosistemas, sino a las propias especies que tienen sentimientos y sienten el dolor tal como nosotros.
Las mamás elefantes, por ejemplo, suelen padecer de síndrome de corazón roto, cuando alguna de sus crías muere o la alejan de ella.
Por ello, no compres especies que están en peligro de extinción, ni las que no están catalogadas como mascotas; verifica bien si ese lugar que cuenta con animales que quieres visitar, opera con toda la reglamentación correspondiente y tiene un buen cuidado de los animales.
Todos vivimos en este planeta y tenemos los mismos derechos, nadie es más que nadie. La raza humana, no es superior que los animales. Celebra a tu mamá de la forma más ecológica posible y abozala agradeciéndole todo lo que te ha dado.
COLABORACIÓN DE EARTHGONOMIC MÉXICO, A.C. Nuestra misión es fomentar el desarrollo de la sociedad en armonía con el entorno natural y el respeto a los seres vivos. Para más in información visita: www.earthgonomic.org @Earthgonomic y /Earthgonomic.
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